Tu empresa te pide que anotes en un registro todas aquellas incidencias que detectes en los procesos de gestión administrativa, incluidos los errores de tus compañeros. El objetivo es mejorar la calidad de los procesos pero sabes que los empleados que acumulen más errores pueden ser amonestados y, llegado el caso, despedidos. También sabes que el hecho de no anotar una incidencia en el registro puede ser considerado una incidencia en sí misma.
Uno de tus compañeros es un desastre. Comete errores constantemente que ralentizan el trabajo de los demás. Todos lo sabéis, lo habéis comentado un montón de veces. Os fastidia un poco que sea tan incompetente pero no queréis que lo acaben despidiendo así que habéis dejado de anotar en el registro sus meteduras de pata.
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Viñeta de Miguel Brieva |
Un día ese compañero comete un error que afecta directamente a tu trabajo. No lo anotas en el registro y sacas adelante la tarea lo mejor que puedes. El cliente, un cliente importante, se queja a tus superiores. La culpa de todo la tiene el error de tu compañero pero, si tú no lo señalas, podría pasar inadvertido y entonces la responsabilidad recaería sobre ti. No eres un mal trabajador, tu nombre apenas aparece en el registro de incidencias, pero el cliente que se ha quejado es muy importante para la empresa.
¿Qué haces? ¿Llamas la atención sobre el error de tu compañero?
a) Sí.
b) No, bajo ningún concepto.
c) Depende. Si la empresa toma alguna medida en mi contra, sí. Si no, no.
d) Le pido a a un compañero que lo haga por mí.
¿Son igual de éticas todas las opciones?