Giovanni Percolla tenía cuarenta años y llevaba diez viviendo en compañía de tres hermanas, la más joven de las cuales decía que era «viuda de guerra». No se sabe cómo, pero cuando pronunciaba esta frase siempre tenía en la mano papel y lápiz y se ponía a escribir unos números diciendo lo siguiente:
—Cuando yo era una mocita casadera estalló la Gran Guerra. Murieron seiscientos mil hombres y trescientos mil quedaron inválidos. A las chicas de aquellos tiempos nos faltó un millón de probabilidades de casarnos. ¡Y un millón es un millón! No creo ser una loca si pienso que uno de esos muertos hubiera podido ser mi marido.
—Claro —decía otra de las hermanas—, claro. En tiempos de la Gran Guerra eras muy guapa.
Don juan en Sicilia, VITALIANO BRANCATI
[Traducción de Ángel Sánchez-Gijón]