Sueño que fabrico un candado de combinación que lleva la combinación grabada en el dorso. 85 a la izquierda, 12 a la derecha, 66 a la izquierda.
—Menuda mierda, macho —digo en el sueño.
Por qué haría yo, MARY ROBISON
[Traducción de Ce Santiago]
Sueño que fabrico un candado de combinación que lleva la combinación grabada en el dorso. 85 a la izquierda, 12 a la derecha, 66 a la izquierda.
—Menuda mierda, macho —digo en el sueño.
Me despierto en mitad de la noche. Voy al baño. Al volver a la cama me asalta una idea:
Habría que limitar por Ley la cantidad de patrimonio que una sola persona puede poseer.
Me acuesto, me tapo y cierro los ojos. No consigo recordar qué estaba soñando antes de despertarme.
Sus pupilas giran en un carrusel ciego, dibujando un palacio sin orden que celebra la víspera de la demencia.
***
Mira como un adulto que se ha comido a un niño y le ha contagiado la demencia de cien siglos. De cerca, se hace evidente que sus ojos vivos soportan la presión de un muro que contiene una espiral de pensamientos locos con manos de escalera, con cabeza de bosque, y con ellos atraviesa el cuerpo enorme de su hermano, sensible a los pequeños cambios.
Philip se casó con Adele un día de julio. Estaba nublado y hacía viento. Después salió el sol. Había pasado bastante tiempo desde la primera boda de Adele, que vestía de blanco: zapatos de salón blancos con tacón bajo, falda larga ceñida a las caderas, blusa blanca vaporosa con sujetador blanco debajo, y un collar de perlas de agua dulce. Se casaron en la casa que ella había obtenido con el divorcio. Todos sus amigos estuvieron presentes. Adele creía en la amistad. En la sala no cabía un alfiler.
Para ti que...