01 September 2019

Lo que la Ciencia Ficción no predice

Veo en Netfix un capítulo de Star Trek: Discovery.

Una de las escenas transcurre en el camarote que acaban de asignar a la protagonista. Ella y su nueva compañera conversan; por detrás podemos ver sus camas, que consisten  —cada una— en un colchón cubierto con una manta oscura (de esas como de cárcel americana) y una almohada blanca.


Cama espacial del S. XXIII

Y yo pienso: ¿esto es todo lo que el futuro nos puede ofrecer en cuestión de dormitorios? En una nave inteligente, que puede alcanzar la velocidad de la luz y que se repara sola, donde las puertas se abren automáticamente y la diferencia de presión con el espacio exterior se compensa inmediatamente al entrar, en una nave que genera su propio escudo protector... ¿¡tengo que dormir en un puto colchón LoMónaco (estrecho) con una sábana, una manta y una almohada del Carrefour!? ¿De verdad la humanidad no va a inventar nada mejor? ¿Cómo son los baños? ¿Un agujero en el suelo por el que cae la mierda al espacio?

Gente que os dedicáis a la ciencia ficción, si queréis que os tome en serio hacedme el favor de poner campos de fuerza que mientras duermes te mantienen en la posición más sana para tu columna y a una temperatura óptima.

No pido tanto, ¿no?

4 comments:

  1. Pues no me había fijado en el detalle de las camas, más que nada porque no pasé de los 15 minutos de la nueva Star Trek, nunca me ha enganchado mucho Star Trek, ni la de ahora, ni la de antes, ni la de antes-antes. Pero una cosa que siempre me llama la atención en el género de ciencia ficción es como tratan la moda. Todos uniformados con un rollo militar de mediados del XX. Qué poco creativos los diseñadores del siglo XXX, de verdad.

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    1. Tienes razón. La moda es otra de las cosas con las que hay derrochar suspensión de la incredulidad en la ciencia ficción. Los creadores ni siquiera han podido prever que la prenda del futuro no es el mono ceñidito, rígido y de aires militares (como bien dices), sino el chándal pijamero. Yo ya directamente no me creo nada que esté ambientado en un futuro cercano si los personajes no van en chándal todo el rato.

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  2. Estoy contigo, muchas series de ciencia-ficción de bajo presupuesto tienen detalles bastante ridículos si te paras a pensar. Este verano por puro aburrimiento me he visto dos temporadas de The Expanse de Amazon Video y tanto decorado y tanto interior de cartón piedra es desdesperante. Por no hablar de una tecnología super moderna que no son más que iPads, interfaces de usuario sacudiendo las manos en el aire y pseudo hologramas generados por ordenador. Hologramas, esa tecnología revolucionaria que ya aparecía en La guerra de las galaxias (1977), con la princesa Leia saliendo de uno de los pitorros de R2D2. En fin, se ve que la cuestión de los campos gravitacionales no está todavía al alcance del público generalista (¿quizás por que se le escapa a la propia ciencia?)

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    1. Tienes razón. Cuando la tecnología consiga hologramas convincentes ya tendremos implantados en el cerebro chips de realidad aumentada que los harán innecesarios.

      Quizá no sea realista por mi parte pedir un campo de fuerza para dormir, pero ¡una cama inteligente por lo menos! Y no, la viscoelástica no me vale como avance técnico. Qué cosa más grimosa, Dios mío.

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