Un hombre pasa por mi calle hablando a gritos por el móvil en un idioma que, si tuviese que adivinar, diría que es árabe. En medio de ese torrente de palabras totalmente desconocidas para mí de pronto una pronunciada en un español perfecto:
«¡Hostia!»
Dos compañeros de trabajo comentan una reunión de la que acaban de salir:
—No te cierres en banda. Open main y tiramos p'alante.
—No, si yo ya estoy open main pero...
Delante de un restaurante una mujer, tres niños y un adolescente miran los precios del menú. La mujer le grita al adolescente muy irritada, con voz de villana de Disney antigua:
«¡Pero si no hay tanta diferencia! ¡Muchacho tacaño!»
En el autobús una mujer habla por el móvil en un idioma que soy incapaz de reconocer pero que, si tuviese que adivinar, diría que es ruso. En medio de esa sucesión de palabras totalmente desconocidas para mí de pronto una pronunciada en un español perfecto:
«Sobrepeso».