30 September 2015

Un cuento al mes: 'Té en casa de la señora Armsby' de James Thurber


      —Mi marido es coleccionista —dijo la diminuta señora Monroe.
      A quien más sorprendió el comentario fue al señor Monroe, que no era coleccionista.
      —¿Y qué es lo que colecciona, señor Monroe? —preguntó la señora Armsby amablemente.
      —Pañuelos —contestó la señora Monroe—. Colecciona pañuelos.
      Al señor Monroe le resultó obvio que los sorprendentes comentarios de su esposa no eran más que la desafortunada consecuencia de haber estado los dos en un cóctel antes de presentarse, a última hora, en casa de la señora Armsby.
 

Traducción de Celia Filipetto


Aunque tuve mis más y mis menos con Los 13 relojes, he repetido con Thurber. Y no me arrepiento.

Titular: No me arrepiento

Cierto es que, de los once cuentos de Thurber que he leído hasta ahora, gustar gustar solo me han gustado tres —a los amantes de los animales les recomiendo Instantánea de un perro— pero me divierte bastante el sentido del humor suavecito y ligeramente satírico de la mayoría de ellos. Por decirlo cursi: son cuentos con algo así como brisa. Este, el primero del libro, es el que más me ha despeinado.

Una esposa medio borracha. Un marido alarmado. Té en casa de la respetabilísima y aburrida señora Armsby. La gracia: el marido trata de que no se note que su mujer está achispada pero al mismo tiempo es evidente que disfruta con la situación. No hay más. La anécdota no se complica. No tiene un gran final. El nivel de diversión se mantiene más o menos a la misma altura durante todo el cuento. Si el principio les ha hecho sonreír acabarán con la misma sonrisa. No es literatura seria. Ni falta que hace.

12 September 2015

Pequeños problemas éticos, nº 5

Sales de noche con un amigo que está casado. Su mujer también es amiga tuya pero esa noche ella prefiere quedarse en casa. Os tomáis unas copas y, como tu amigo tiene muchas ganas de juerga, os vais a una discoteca. Después de entrarle prácticamente a todas las chicas de la discoteca, consigue ligar con una. A eso de las cinco de la mañana te dice que se va a ir con ella, que vive cerca. Pretende estar dos horas en su casa, como mucho, así que al día siguiente vuestra versión tiene que ser la misma: estuvisteis juntos en la discoteca hasta las siete de la mañana y luego os fuisteis a casa. Intentas convencer a tu colega de que no se vaya con la chica, le amenazas con contárselo a su mujer pero es inútil, ni te escucha. Sabes que no es la primera vez que echa una cana al aire, así que lo dejas por imposible y te vas a casa.


La parejita, de Manel Fontdevila


Te despierta el teléfono a eso de las diez de la mañana. Es la mujer de tu amigo. Está preocupada porque su marido todavía no ha llegado a casa. Le ha llamado al móvil varias veces pero lo tiene apagado o fuera de cobertura. Piensas que lo más probable es que tu amigo se haya quedado dormido en casa del ligue. La mujer te pregunta hasta qué hora estuviste con él anoche y dónde lo dejaste.

¿Qué haces?
a) Le dices la verdad. 
b) Le mientes.

Nota: se puede cambiar el sexo a cualquiera de los personajes.