21 June 2016

Hermosos y malditos: en busca de la traducción perfecta



In 1913, when Anthony Patch was twenty-five, two years were already gone, since irony, the Holy Ghost os this later day, had, theoretically at least, descended upon him. Irony was the final polish of the shoe, the ultimate dab of the clothes-brush, a sort of intellectual "There"—yet at the brink of this story he has as yet gone no further than the conscious stage. As you first see him he wonders frequently whether he is not without honor an slightly mad, a shameful and obscene thinness glistening on the surface of the world like oil on a clean pond, these occasions being varied, of course, with those in which he thinks himself rather an exceptional young man, thoroughly sophisticated, well adjusted to his environment, an somewhat more significant than any one else he knows.

The Beautiful and Damned, F. SCOTT FITZGERALD



Hoy vamos a hacer algo que nunca habíamos hecho hasta ahora.

    UN LECTOR AL FONDO.— ¿Agradecer a Francia la existencia de Isabelle Huppert?
    EL CONVINCENTE GON.— (Reparando en la baguette que el lector lleva bajo el brazo.) Buen intento. 

No, señores y señoras, lo que vamos a hacer hoy es comparar dos traducciones distintas de un mismo traductor. Porque sí, amigos, a veces los traductores —al igual que los cirujanos plásticos— retocan sus trabajillos.

Para darle un poco de emoción al asunto, no les voy a decir cuál de las dos versiones es anterior/posterior a la otra. Tendrán que adivinarlo ustedes. No se fíen ni un pelo del orden en el que voy a colocar los textos: yo ya sé que ustedes van a pensar que yo voy a pensar que ustedes van a pensar que yo voy a pensar que ustedes van a pensar... [etc.], así que el orden lo ha decidido la suerte.

Hale, ahí tienen. Las diferencias están subrayadas y ennegritadas, que no es cuestión de que se me dejen la vista en la pantallita de su móvil.


****** ALIANZA ******


En 1913, cuando Anthony Patch cumplió los veinticinco años, habían transcurrido ya dos desde que la ironía —el Espíritu Santo de estos últimos tiempos— tuvo a bien descender, al menos teóricamente, sobre él. La ironía era como el toque final a los zapatos, como la última pasada de cepillo a la ropa, una especie de "¡Ya está!" intelectual; sin embargo, al comienzo de esta historia, Anthony no ha hecho más que alcanzar el uso de razón. La primera vez que lo vemos se pregunta con frecuencia si no será un hombre sin honor y algo chiflado, una sustancia vergonzosa y repulsivamente delgada que brilla sobre la superficie del mundo como el aceite sobre un estanque de aguas cristalinas; aunque en otras ocasiones, por supuesto, se considera un joven excepcional, extraordinariamente refinado, bien integrado en su entorno y, hasta cierto punto, más importante que todas las personas que conoce.

Traducción de José Luis López Muñoz

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**** DEBOLSILLO ****


En 1913, cuando Anthony Patch cumplió los veinticinco, habían transcurrido ya dos años desde que la ironía —el Espíritu Santo de estos últimos tiempos— descendiera, al menos teóricamente, sobre él. La ironía era como el toque final a los zapatos, como la última pasada de cepillo a la ropa, una especie de "¡Ya está!" intelectual; sin embargo, al comienzo de esta historia, Anthony no ha hecho más que alcanzar el uso de razón. La primera vez que lo vemos se pregunta con frecuencia si no será un hombre sin honor y algo chiflado, una sustancia vergonzosa y obscenamente delgada que brilla sobre la superficie del mundo como el aceite sobre un estanque de aguas cristalinas; aunque en otras ocasiones, por supuesto, se considera un joven excepcional, extraordinariamente refinado, bien integrado en su medio ambiente y, en cierto modo, más importante que todas las personas que conoce.

Traducción de José Luis López Muñoz


Si aciertan, ganarán dos puntos de autoestima que podrán lucir en sus próximas reuniones sociales.

Una pista: yo soy incapaz de ver una de las traducciones como una versión mejorada de la otra. Prefiero la de Alianza en añosentorno, y la de Debolsillo en descendiera, obscenamente y en cierto modo.

08 June 2016

No es un hombre, no es una mujer

Ayer en 8 Madrid TV me topé con este documental, de cuya existencia no tenía ni la más mínima noticia:




Dieciséis datos que quizá les interesen:

1. "No es un hombre. No es una mujer. Es una muñeca... vestida de azul": frase promocional de la película.

2. Se estrenó en 1983. Otras películas de ese mismo año: Flashdance, La fuerza del cariño, Superman III, Entre tinieblas y El retorno del Jedi.

3. Sinopsis:
La veraz historia de unos personajes reales: Lorenzo, René, José Antonio, Paco, Juan y José y de cómo y por qué se convirtieron en Lorena, René, Nacha, Eva, Tamara y Jossete respectivamente.

4. Por si no lo habían deducido ya: las seis  protagonistas son travestis (así se denominan ellas mismas).

Renée

5. El hermano de una de ellas dice en un momento de la película que prefiere que su hermana sea así antes que carterista o "subnormal en una silla de ruedas".

6. La película combina recursos típicos del género documental (entrevistas a cámara, escenas de su vida cotidiana, encuentros preparados de las protagonistas con sus familiares) con otros un poco más chocantes (voz en off de las protagonistas, recreaciones estilizadas de momentos de su vida íntima).

7. El director es Antonio Giménez-Rico, colaborador habitual de Qué grande es el cine, el programa de Garci.

Antonio Giménez-Rico

8. Tamara (ver foto) es de etnia gitana.

9. Una de las protagonistas tiene que presentarse en la oficina de reclutamiento. El funcionario le pregunta el nombre (ella lo dice), la fecha y el lugar de nacimiento (los dice), el nombre de sus padres (los dice) y la religión que profesa: "soltera", dice. No es una broma, es un error (la siguiente pregunta es el estado civil). Aclarado el malentendido, el funcionario anota "religión: ninguna".

10. Si ponen en Google el título de la película + blog, encontrarán un blog que considera Vestida de azul una película de culto.

11. Ninguna de las protagonistas es partidaria de operarse los genitales.

Tamara

12. La película incluye casi cinco minutos de imágenes de una operación de pecho.

13. En internet también se puede encontrar una crónica del Festival de San Sebastián que Ángel Fernández Santos publicó en El País en septiembre de 1983. La crónica se titula: "Giménez Rico ofrece en Vestida de azul la superficie de los travestidos". Fernández Santos opina que la película no aborda "el fondo de este lado extremo de la homosexualidad."

14. La fotografía es de un reconocido profesional: Teo Escamilla.

15. En otra de las escenas, tres de las protagonistas están reunidas con varios amigos homosexuales en el bar donde trabajan. Uno de los amigos pregunta: "Si existiese una pastilla que te la tomases y te convirtieses en heterosexual, ¿os la tomaríais? Yo no." Otro de los amigos dice: "El homosexual es el ser más perfecto que existe". Una de las protagonistas apostilla: "Todos los hombres son maricones. O les gusta dar o tomar."

Mayte

16. En la película se ve España tal cual era en los años ochenta. La ropa. La forma de pensar. La manera de hablar. Con el paso del tiempo, Vestida de azul —al margen de su calidad— se ha convertido en un documento.




* Al terminar de escribir la entrada, descubro un artículo en Jotdown que convierte en banal todo mi esfuerzo divulgativo. Le robo tres fotos.