21 April 2018

Estos son mis principios (I)


—¡Esto es una violación!
Su voz ascendía hasta alcanzar un tono agudo al que no había llegado nunca hasta entonces y continuaba elevándose aún más al ir contemplando los destrozos.
—¡Esto es una violación!
No era una violación, era un robo.

El banquete, MURIEL SPARK

[Traducción de José María Gómez Pérez]

16 April 2018

Hipérbole y media, de Allie Brosh: sime

Repetimos el  formato de la anterior reseña: cosas sueltas: siete:

1. Lo compré por Wallapop. La vendedora resultó ser una niña de unos diez años que llegó acompañada de su madre. No les pregunté, pero imagino que decidieron venderlo al darse cuenta de que, a pesar de los dibujos aniñados y del multicromatismo de las páginas, el libro tiene de infantil lo mismo que de gracioso tiene el payaso de It.

2. Tardé más de un año en decidirme a leerlo porque mezcla texto corrido con cómic y pensaba que el ritmo iba a ser poco fluido. Estaba equivocado.

3. Temas principales: perros tontos, niños contra adultos, depresión, autoimagen, fracasos del autodiálogo, terror gracioso.

4. A todas aquellas personas que van por la vida diciendo que nunca jamás se han reído con un libro, les recomiendo el capítulo titulado Dinosaurio (la historia del ganso). Si no se ríen, siempre pueden probar con la Constitución Española.

5. A lo mejor no le han prestado demasiada atención pero entre los temas del punto 3 he citado «niños contra adultos». Si ustedes, lectores, han sido niños en alguna ocasión —¿y quién no? (Isabelle Huppert, quizás)—, recordarán que de niño uno sabe que el verdadero enemigo no son los matones de clase sino los adultos (de hecho, los matones de clase siempre parecen un poco más cerca de ser adultos que el resto). Pues eso me ha gustado del libro: que nos lo recuerda.

6. El título del libro se debe a que uno de los principales recursos humorísticos de la autora, reconocido por ella misma, es la exageración. Mis gracietas favoritas, sin embargo, son las que explotan los efectos resultantes de aplicar a una situación dada, no el código que la razón o la realidad nos indicaría como más adecuado, sino una alternativa poco razonable (pero no absurda). Esta formulación teórica la acabo de improvisar en este mismo momento, es decir, varias semanas después de haber terminado el libro, así que probablemente no sea más que una (otra) chorrada pedante.

7. Por ponerle un defecto: a veces cae en tópicos del tipo «niños+azúcar=hiperactividad», que me suenan a falsedad repetida mil veces en monólogos y comedietas varias.

08 April 2018

Si ya existe, me gustaría verla

Hacía el principio de Thelma —película que en algún sitio han definido como una especie de Carrie dirigida por Ingmar Bergman— nos muestran, a vista de pájaro, una plaza llena de gente caminando de un lado a otro. Poco a poco (muy poco a poco) la cámara se va acercando hasta que encuadra a la que —comprendemos entonces— va a ser la protagonista de la película. La actriz ha estado ahí en el plano todo el tiempo pero no nos hemos fijado en ella hasta que la cámara se ha acercado y la ha encuadrado.

Ya saben, el conocido efecto «entresacamos a nuestra protagonista de la masa anónima».


Thelma

Todo esto me hace pensar:

Por qué no rodar una película en la que uno de los personajes aparezca al fondo en varias escenas, haciendo cosas que a los espectadores nos pasan desapercibidas porque (1) todavía no nos lo han presentado como personaje, (2) tenemos la atención centrada en otra cosa (en el protagonista, por ejemplo); más adelante ese personaje aparece en el primer plano de la historia como si fuese la primera vez que lo vemos y, hacia el final de la película, hace algo que solo es posible entender si uno vuelve a ver la película y presta atención a lo que el personaje estaba haciendo en las escenas en las que solo salía al fondo.

¿Existe ya alguna película así?


Vestida para matar

Recuerdo que hacia el principio de Vestida para matar, Brian de Palma coloca al fondo de algunos planos a un personaje que luego reaparece más delante, pero al final de la película desvela el truco con un flashback.


La conversación

Lo que yo propongo es que la película no dé pistas de ese tipo, que sea el espectador en un segundo visionado el que diga: «¿Ostras, este tío que está aquí al fondo en las escenas del principio no es el mismo que luego aparece a mitad de película? ¿Y qué está haciendo?»

Como La conversación de Francis Ford Coppola pero con el propio espectador haciendo el papel de Gene Hackman.

10 March 2018

Entusiasmos que no comparto: especial Oscars 2018

Aunque todavía me faltan unas cuantas por ver, para mí ha sido la edición del «no hay para tanto». Vean si no:

Coco, de Lee Unkrich y Adrián Molina


Vale, puede que sea la mejor película de Joselito que se haya hecho nunca. Pero es que yo soy más de Pablito Calvo.

Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh


A diferencia de un cuadro impresionista, empeora vista con un poco de distancia.

La forma del agua, de Guillermo del Toro


Facilona, sosa y cursi. Por no romper, ni siquiera se atreven a (spoiler) hacer una criatura sin pene.

Yo, Tonya, de Craig Gillespie



Para ser un biopic no está nada mal. Pero es un biopic. Y encima de una deportista. Es decir: cualquier vídeo en Youtube de Tonya Harding tiene más interés.


Nota: me han gustado (en mayor o menor grado) Call Me By Your Name, Dunkerque y Lady Bird.

27 February 2018

Metablog: Canciones que deberían ser más conocidas (XVI)

En su momento quedé bastante satisfecho con el principio de la entrada:

Lo contrario a la grima. Eso es lo que me produce esta canción. Un calorcillo interno, entre el tórax y el abdomen, que se difunde hacia las extremidades, como si me hubiese comido un pequeño sol.

Comerse un pequeño sol. Qué imagen más inspirada, me decía a mí mismo (para animarme).

Ahora me da vergüenza.

¿Por qué?

Esa es precisamente la historia de hoy.




Años después de escribir la entrada, me enteré de la existencia de una antología de relatos titulada Cuentos inolvidables según Julio Cortázar. Como fan que soy de Julio Cortázar, enseguida me hice con el índice de la antología para saber qué cuentos había seleccionado el argentino. Me alegró coincidir con él en una autora, Katherine Mansfield. El título del cuento que había elegido Cortázar, Éxtasis, no me resultaba familiar. Cogí mi ejemplar de los Cuentos completos de Katherine Mansfield, busqué el relato en cuestión (en mi libro estaba traducido como Felicidad) y lo empecé a leer. El principio me sonaba muchísimo, no era la primera vez que lo leía, de eso no cabía duda. Y entonces, en el segundo párrafo del cuento, leí:

¿Qué puede hacer uno si, aun teniendo treinta años, al volver la esquina de su calle le domina de repente una sensación de felicidad... de felicidad plena... como si de repente se hubiese tragado un reluciente trozo de sol crepuscular y este le abrasara el pecho, lanzando una lluvia de chispas por todo el cuerpo?
[Traducción de Esther de Andreis]

Y se abrió el cielo, me cayó un rayo en toda la cocorota y quedé convertido en un puto plagiador de mierda.

No tienen por qué creerme pero les juro que cuando escribí la entrada allá por el 2014 estaba convencido de que la imagen del sol engullido era mía y solo mía. No recordaba que la había leído años atrás en el cuento de Mansfield.

¡Dios sabe cuántos plagios más habrá en el blog que todavía no he detectado!

¡Shame! ¡Shame!

17 February 2018

Gambito de reina, de Walter Tevis: sime

Mi sinopsis de la novela sería esta: huerfanita, ajedrez, prodigio. Podría añadir una cuarta palabra pero tampoco quiero hacer spoilers. Y este va a ser el leitmotiv de la entrada: palabras sueltas, ideas sueltas, cosas sueltas (mi cerebro). A estas alturas del blog ya se habrán dado cuenta de que no soy una persona discursiva y de que me gusta más una enumeración que a un tonto una tablet.

Antes de empezar con mis siete cosas sueltas sobre Gambito de reina, un apunte: la RAE todavía no ha incluido spoiler en su diccionario, pero sí leitmotiv, y así tal cual, con esa -t- que ningún español sobre la faz de la Tierra ha pronunciado jamás. Desde aquí te lo digo, RAE: cada vez es más difícil defenderte.

Ya sí, mis siete cosas:

1. El ajedrez es la kriptonita de los que nos creemos muy listos sin serlo. Desde esta perspectiva, Gambito de reina se podría considerar una novela de terror.

2. En mi cabeza no puedo evitar decir gámbito, con acento en la -a-. El otro día en el trabajo me preguntaron qué libro estaba leyendo y, para asegurarme de que ponía bien el acento, les dije el título de la novela tan despacio que parecía que me había dado un íctus.

3. Ver una partida de ajedrez es ver a dos seres humanos sentados en silencio mucho rato seguido. ¿Se puede contar una partida de ajedrez en una novela de manera trepidante? Walter Tevis puede.

4. Beth Harmon, la prota, podría —¿debería?— ser un icono feminista. En el ajedrez —que no en la mayoría de los deportes— hombres y mujeres compiten juntos.

5. Ya tengo todo lo que se ha publicado de Tevis en español. Así de mucho me gusta.

6. ¿No les encanta cuando en una peli o en un libro se esquiva un tópico que habría llevado el argumento hacia el drama más previsible? En esta novela pasa varias veces.

7. Qué final.

09 February 2018

La Hipótesis de Gon


«El género cinematográfico favorito de una persona es aquel al cual pertenezca la mayor cantidad de películas malas que esa persona haya visto a lo largo de su vida por elección propia.»

Ejemplo.- A lo largo de mi vida he visto más comedias malas que películas de terror malas o westerns malos o thrillers malos, ergo, mi género favorito es la comedia.

Que la demuestre (o la refute) otro.

27 January 2018

Fobias literarias


Tras caminar unos veinte metros en dirección sur, llegó a una amplia avenida, la de Shin-Ohashi. Yendo hacia la izquierda, o sea, hacia el este, se encontraba el distrito de Endogawa, mientras que por el oeste se salía a Nihonbashi. Antes de llegar a Nionbashi estaba el río Sumida, que la avenida de Shin-Ohashi cruzaba a través del puente del mismo nombre.

La devoción del sospechoso, KEIGO HIGASHINO

[Traducción de Francisco Barberán]



¿Pero esto qué es, una novela o el puto Google Maps?

31 December 2017

Música para adultos. Canciones de 2017

Si algo demuestra esta lista es que la combinación melancolía + baile me pierde. Algún día me haré mayor y me empezarán a gustar el jazz y el flamenco. 


Este año he saqueado dos listas principalmente, la de Jenesaispop y la de Vagando por Urano (como viene siendo tradición). Aun a riesgo de que me retiren la palabra, diré que he estado a punto de incluir Me enamoré de Shakira porque, más allá de esa letra naif y sexista, creo que merece mayor reconocimiento (esa producción repleta de ganchos) pero ha llegado al final del año bastante quemada y además no me pegaba con el resto de las canciones de la lista. Porque, lo crean o no, me pienso un rato la secuenciación de los temas. Así que les recomiendo que sigan el orden.


RanFUTURE ISLANDS
Por la emoción contenida.

Música para Adultos - JOE CREPÚSCULO
Porque tiene el estribillo del año.

Toy Automatic THE AFGHAN WHIGS
Por el crescendo sostenido.

Shape Of YouED SHEERAN
Porque es la canción que más veces me he puesto en 2017.

Clinic HopeTHE GIFT
Por el ritmo trotón y el chiptune enloquecido.

MabuseLOS PUNSETES
Porque yo también quiero un testamento que se pueda bailar.

3 O'ClockBLONDE REDHEAD
Porque me acaricia las sinapsis.

La llamadaPAPA TOPO, ZAIDA CARMONA
Por el sabor retro.

Nice And QuietBEDOUINE
Porque hace falta más pop con oboe.

Don't Take the MoneyBLEACHERS
Porque me puedo imaginar en un concierto dando botes en el estribillo.

 Anywhere - RITA ORA
Porque —lo he dicho mil veces— soy facilón.

28 December 2017

Los mayores simes de 2017 (libros)

Por motivos complicados de explicar, este año no he leído los libros de mi biblioteca que más ganas tenía de leer, sino aquellos que más me convenía leer en cada momento. Así, salvo con los dos primeros de la lista, no he vivido grandes pasiones. Orden decreciente, pues.

1. El mundo según Garp, de John Irving

«Cuanto más lees, más vidas tienes», dicen en el anuncio del premio Planeta. Y sea cierto o no —¿la vida imaginaria cuenta como vida?— he de reconocer que hay partes de El mundo según Garp que recuerdo como algo que hubiese vivido. Pedazo de piropo, Mr. Irving.


2. Un artista del mundo flotante, de Kazuo Ishiguro

Hacia el principio el narrador nos cuenta una conversación, crucial para la trama, que tuvo con una de sus hijas. Más adelante, el narrador le recuerda esa conversación a la hija y la hija niega que el diálogo se desarrollase tal y como el narrador nos lo había contado a los lectores. Los fans de los narradores poco fiables aplaudimos.

3. El Mago, de John Fowles

¿Qué nos pasó hacia finales del siglo XX para acabar obsesionados (como en el Barroco / como adolescentes) con el tópico del engaño de los sentidos? Desafío TotalAbre los ojos, The Game, Matrix. Fowles sabe un par de cosas sobre el asunto.


4. El hombre que cayó en la Tierra, de Walter Tevis

No me suele atraer demasiado esa épica del perdedor que se quedó por el camino y desde entonces vive al margen, refugiado en la bebida. Pero cuando al extraterrestre noble y delicado del título le empieza a pesar la vida (la vida en la Tierra), incluso yo sufro. Sin duda, la novela más conmovedora —que no lacrimógena— de la lista.

5. El cuento de la criada, de Margaret Atwood

Que levanten la mano todos los que se hayan leído este año El cuento de la criada. Lo sabía. Sin embargo, he visto poco debate del tipo «¿qué es mejor, el libro o la serie?». Todo el mundo parece coincidir en que la serie es igual de buena que el libro. Así que voy a tener que ser yo el que lo diga: el libro es mejor.

6. 22/11/63, de Stephen King

De Stephen King solo había leído Carrie (me lo regalaron). Como conocía sus libros más famosos gracias a las adaptaciones al cine o a la televisión, no me planteaba leerlos. Sabía que es un buen escritor pero me ha sorprendido comprobar hasta qué punto, sobre todo en cuanto al tratamiento del paso del tiempo. Salvo un bache en el tercer cuarto de la novela, King maneja los ritmos como un maestro.

7. No, mamá, no, de Vertity Bargate

Una de las normas de Elmore Leonard a la hora de escribir era «si suena a literatura, olvídelo, no sirve». Ninguna de las frases de No, mamá, no suena a literatura, aunque lo sea. Tiene trucos, pero incluso los trucos parecen naturales.
Podríamos decir que es una novela entonada, como un actor de teatro que dice sus líneas como si se le estuviesen ocurriendo en ese mismo momento.

8.  La cueva, de Tim Krabbé

Hasta el final Krabbé no nos da la clave que nos permite conectar las distintas partes del libro en una única historia. Doble riesgo: (1) cada parte podría no tener suficiente interés por separado, (2) la conexión de las partes podría resultar forzada o —peor— irrelevante. No diré que Krabbé sortea ambos peligros sin mancharse, pero a mí al menos me convence.
9. Una temporada para silbar, de Ivan Doig

Este libro no le va a cambiar la vida a nadie, pero posiblemente sí que le alegre tres tardes flojas. Le pegan adjetivos de gama media —entrañable, ameno, grato—, pero no nos engañemos, no por eso hay que restarle mérito. Siempre es más difícil conquistar desde la modestia.

23 December 2017

Los mayores simes de 2017 (cine)

De todas las películas que he visto por primera vez en 2017, estas nueve son las que más me han gustado. Poca comedia, me temo.

1. Los paraguas de Cherburgo, de Jacques Demy

Probablemente, el final más triste del mundo

2. El extraño, de Na Hong-jin

Hemos visto el Mal

3. El viajante, de Asghar Farhad

La elipsis que no cesa

4. Train to Busan, de Yeon Sang-ho

Corea adelanta a Hollywood por la derecha

5. La La Land, de Damien Chazelle

Nada como un musical para ponernos tontorrones

6. Mommy, de Xavier Dolan

El final feliz perdido

7. Manchester frente al mar, de Kenneth Logernan

Luz / Oscuridad 

8. Paris is Burning, de Jennie Livingston

Dime que no puedo

9. Verano 1993
, de Carla Simón


Y borren Inside Out de su mente

03 December 2017

Un cuento al mes: Los pájaros, de Daphne du Maurier


El 3 de diciembre, el viento cambió de la noche a la mañana, y llegó el invierno. Hasta entonces, el otoño había sido suave y apacible. Las hojas, de un rojo dorado, se habían mantenido en los árboles y los setos vivos estaban verdes todavía. La tierra era fértil en los lugares donde el arado la había removido.
Traducción de Adolfo Martín


Soy tan fan de Hitchcock que me dan pequeños ataques de nervios cada vez que a alguien se le ocurre decir, sin demasiado fundamento, «esta peli es muy hitchcockiana». Ejemplo. No hubo crítico en el planeta que, hablando de El escritor, la película de Polanski, se olvidase de mentar a Hitchcock. Pues bien, la estructura de El escritor se basa en un recurso absolutamente antihitchcockiano: ocultar la identidad del verdadero malo (el malo en la sombra) hasta el último minuto de la película, para rematar así con una sorpresa. Lo hitchcockiano habría sido revelar la identidad del malo antes de la mitad de la película para tener al espectador en tensión con el enfrentamiento. Suspense vs. sorpresa: esto es de primero de Hitchcock.

Todo esto viene a cuento porque alguna vez también he escuchado que el relato de Daphne du Maurier no tiene nada que envidiar a la película de Hitchcock. ¿Será verdad? Mi opinión después de las tapas.




Daphne du Maurier tuvo dos ideas geniales:  (1) un buen día todos los pájaros de la tierra empiezan a atacar a los humanos; (2) el narrador se centra en los efectos del ataque en una familia de una pequeña población rural.

El cuento parece desnatado al lado de la película de Hitchcock, pero no porque los pájaros sean menos agresivos (que no lo son), sino porque en la película los ataques tienen algo así como resonancia psicológica. No son solo una amenaza externa, sino también agentes en el drama que se desarrolla entre los personajes.

Du Maurier deja el final más abierto incluso que la película. Como defensor que soy del final de la película, me parece bien. Requetebien. Nada me aburriría más que ver a la humanidad enfrentándose a los pájaros en plan La guerra de los mundos. Los finales están sobrevalorados. También en la vida.

Tanto el cuento como la película me recuerdan un episodio de mi infancia: el paso del huracán Hortensia por Galicia. Todas las familias encerradas en casa en un día laborable. Las ventanas cerradas a cal y canto. El ruido del viento contra la casa. Parece que quiere entrar, acabar con todo. Las pizarras de los tejados salen volando y se clavan en las persianas.

La película es mejor película que el cuento cuento.

26 November 2017

Fobias literarias



Charley bajó el rifle, miró a través de la distancia, aspiró profundamente y espiró, mordió la colilla del cigarrillo, volvió a dirigir la mirada al rifle, se echó hacia atrás en la silla, seguro de sí mismo, montó el rifle, aspiró hondo de nuevo, espiró por la nariz, escupió el cigarrillo hacia un costado, inspiró una vez más y lanzó un disparo ensordecedor. Yo estaba sentado a su lado.

Canadá, RICHARD FORD

[Traducción de Jesús Zulaika]



La importancia de respirar por la nariz antes de disparar a un coyote. Una lástima que el narrador no diga nada de los parpadeos.

03 November 2017

Otros tiempos, otros límites

Sorpresa. En 1945 se hacía comedia con eso que en inglés llaman molestation.


Les pongo en antecedentes: Fanny (la narradora, 14 años) acaba de enterarse de que su tía (una mujer soltera a quien considera su verdadera madre porque la madre biológica, la Desbocada, abandonó el hogar para vivir su vida) se ha echado novio y está a punto de anunciar que se casa. Esto es lo que comentan los primitos de Fanny (hijos de otra tía) sobre el futuro padrastro:
—¡La influencia de un hombre! —exclamó Louisa—. Presiento que se avecinan problemas. Imaginaos que se enamora de Fanny... Eso sí que sería distinto. Como el duque de Somerset con la princesa Isabel... Seguro que te importuna con sus juegos y te pellizca en la cama, ya verás.
—Seguro que no, a su edad...
—A los viejos les gustan mucho las niñas...
—Y los niños —apuntó Bob.
A la caza del amor, NANCY MITFORD
[Traducción de Ana Alcaina]


Aunque sacado de contexto igual no lo parece, cuando uno está leyendo la novela y conoce a los personajes esto hace bastante gracia. Pero yo de ustedes no lo tuitearía, por si acaso.

28 October 2017

Peter Pan y Wendy: en busca de la traducción perfecta



All children, except one, grow up. They soon know that they will grow up, and the way Wendy knew was this. One day when she was two years old she was playing in a garden, and she plucked another flower and ran with it to her mother. I suppose she must have looked rather delightful, for Mrs. Darling put her hand to her heart and cried, "Oh, why can't you remain like this for ever!" This was all that passed between them on the subject, but henceforth Wendy knew that she must grow up. You always know after you are two. Two is the beginning of the end.

Peter Pan and Wendy, J. M. BARRIE


Como deben saber ya, cualquier lista que puedan encontrar en internet del tipo Los mejores comienzos de novelas que no incluya el de Peter Pan es una clara invitación al troleo.

Debo reconocer que de pequeño, siendo como yo era un niño impaciente por hacerse mayor, no me caía demasiado bien Peter Pan. Lo veía como el típico compañero chulito que te reta a saltar tan lejos como él y luego se ríe de ti si no lo consigues. No es que me caiga mucho mejor ahora, a pesar de pertenecer a una generación peterpanizada —cuarentones del mundo, ¿se imaginan a sus padres tomándose en serio cosas como Star Wars?—, pero la novela me parece una maravilla, llena de frases memorables. Los dos años son el principio del fin.


* VALDEMAR *


Todos los niños, menos uno, crecen. Desde muy pronto saben que van a crecer, y Wendy lo supo de la siguiente manera: un día, cuando tenía dos años, estaba jugando en el jardín, cogió una flor y corrió con ella hacia su madre. Supongo que en ese momento estaba encantadora, porque la señora Darling se llevó la mano al corazón y exclamó: «¡Ojalá pudieras quedarte así para siempre!» Fue todo lo que ocurrió entre ellas, pero desde ese instante Wendy supo que tenía que crecer. Todos nos enteramos de eso a los dos años. Los dos años son el principio del fin. 

Traducción de Mauro Armiño


Poco que comentar. Mi favorita, probablemente. Lo único que me suena un poquito raro es ese "fue todo lo que ocurrió entre ellas", más que nada porque en español, cuando se habla de que ha pasado o no ha pasado algo entre dos personas, el contexto suele ser otro (riñas, amores, conflictos). Como veremos, otros traductores interpretan que no es que no pasase nada más entre Wendy y su madre sino que ninguna de las dos dijo nada más ("pass between" se suele usar para el intercambio verbal).


* AKAL *


Todos los niños crecen, excepto uno. No tardan mucho en descubrir que crecerán, y así fue como lo hizo Wendy. Un día, cuando tenía dos años, estaba jugando en el jardín, cogió otra flor y corrió con ella hasta donde se encontraba su madre. Supongo que debía de tener un aspecto bastante encantador, ya que la Sra. Darling se llevó la mano al corazón y exclamó: «¡Oh, ojalá pudierais quedaros así para siempre!» Este fue el único comentario que intercambiaron sobre el tema, pero a partir de ese momento Wendy supo que debía crecer. Siempre lo descubres al cumplir los dos años. Esa edad es el principio del fin.

Traducción de Axel Alonso Valle


Espléndida edición, repleta de ilustraciones y de notas. Quedarán como reyes si la regalan. Cuatro cosas que me llaman la atención. Primera: "otra flor". Es cierto que en el original pone "another flower" pero en español resulta muy chocante hablar de otra cosa cuando no se ha mencionado la primera o no está implícita en el contexto. No sé si en inglés es más habitual (díganmelo ustedes en los comentarios). Segunda: "hasta donde se encontraba su madre". Demasiado perifrástico ¿no? Tercera: "quedaros". ¿Cuando la madre de Wendy usa "you" se refiere a su hija o a los niños en general? Cuarta: "esa edad". Vale que volver a poner los dos años es redundante, pero ¿quién puede resistirse a una frase tan genial como "los dos años son el principio del fin"?


* AUSTRAL *


Y

* ALFAGUARA *


Todos los niños, menos uno, se hacen mayores. Tardan poco en saberlo, y Wendy no iba a ser menos. Tenía dos años y estaba jugando en el jardín cuando tomó una flor y corrió con ella hacia su mamá para dársela. Supongo que debía de tener un aspecto encantador, puesto que la señora Darling se llevó la mano al corazón y exclamó: «¡Ay, ojalá te quedaras así para siempre!» No volvieron a hablar de ello, pero a partir de entonces Wendy supo que iba a hacerse mayor. Todos nos enteramos de estas cosas poco después de cumplir los dos años. Los dos años son el principio del fin.

Traducción de Gabriela Bustelo


Me gusta. Aunque algunas soluciones no son demasiado literales ("Wendy no iba a ser menos"), creo que es la que más se parece a lo que habría escrito un autor de literatura infantil que escribiese directamente en español. Y conviene subrayar lo de infantil: es la única traducción que, en lugar de "crecer", opta por "hacerse mayor" (una expresión muy de adulto que intenta que el niño asuma más responsabilidades) .


* GRIBAUDO *


Todos los niños crecen, menos uno. Saben enseguida que crecerán, y Wendy también lo supo. Un día, cuando tenía dos años y estaba jugando en el jardín, cogió una flor y corrió con su madre. Debía tener un aspecto encantador, porque la señora Darling se puso la mano en el corazón y exclamó, «Oh, ¡ojalá te quedaras siempre así!»
Eso fue lo único que dijo sobre la cuestión, pero desde entonces Wendy supo que crecería. Te enteras cuando tienes dos años. Dos años son el principio del fin.

Traducción de TprTradurre srl


Primera noticia que tengo de la existencia de la editorial Gribaudo. Creo que es italiana. De todas las traducciones es la que me parece menos elegante ("Wendy también lo supo", "corrió con su madre", "Dos años [sin artículo] son el principio").


* ALIANZA *


Todos los niños crecen, excepto uno. No tardan en saber que van a crecer y Wendy lo supo de la siguiente manera. Un día, cuando tenía dos años, estaba jugando en un jardín, arrancó una flor más y corrió hasta su madre con ella. Supongo que debía estar encantadora, ya que la señora Darling se llevó la mano al corazón y exclamó:
—¡Oh, por qué no podrás quedarte así para siempre!
No hablaron más del asunto, pero desde entonces Wendy supo que tenía que crecer. Siempre se sabe eso a partir de los dos años. Los dos años marcan el principio del fin.

Traducción de Nazaret de Terán Bleiberg


Prefiero "una flor más" antes que "otra flor" pero no entiendo qué se gana con poner "con ella" al final de la frase y no justo después del verbo. Tampoco creo que "los dos años marcan" suponga una mejora frente al contundente "los dos años son". Por lo demás, bien.


Sé que también hay una edición de Peter Pan en Cátedra, con traducción de Rodrigo Sánchez Perea, pero no he podido encontrarla. De todas formas, Cátedra nunca sería mi primera opción: a estas alturas de mi vida hay tamaños de letra por los que no paso.