09 October 2020

El hermano del famoso Jack, de Barbara Trapido: sime

1.  Advierto: algunos lectores no pueden evitar caer rendidos al encanto de esta novela. En la contracubierta María Semple —guionista y novelista especializada en comedia quirky— nos grita: «¡El mejor libro que he leído jamás!». Yo no diría tanto, pero caer he caído.

2. Amantes de los Glass de Salinger y de los Tenenbaums de Wes Anderson, les presento a los Goldman de Trapido, también intelectuales diletantes con tendencia a la pedantería, pero mucho menos atormentados. Disfruten de la compañía.  

3. Hace poco vi Normal People, la serie basada en la novela de Sally Rooney, y me pareció desesperante la poquísima inteligencia emocional de los protagonistas. Qué ganas todo el tiempo de matarlos a bofetadas. Y lo peor es que la serie encima romantiza esa estupidez. La supuesta sublimidad del tormento amoroso sufrido en silencio. En cambio, con los personajes de El hermano del famoso Jack tuve la sensación opuesta: ninguno de ellos se calla nada que le preocupe (o no por mucho tiempo). Y encima son asertivos y tienen sentido del humor. Qué gusto, amigos. Así sí.

4. Una cita que se me ha quedado pegada a la memoria:
¿Por qué las mujeres siempre estáis hablando de vuestras intimidades? Ponerse a escuchar las charlas de las mujeres es como sentarse en un grupo de apoyo.
[Traducción de José Manuel Álvarez Flórez]

Fuera de contexto puede parecer un cuñadismo sin más —algo que podría decir el personaje de Woody Allen en Annie Hall— pero, ay, en su contexto. En su contexto es como una de esas pullas amables que solo lanzas a alguien a quien aprecias. Un contexto deseable: también la novela es eso.

5. Si en literatura existe un talento consistente en dar a los capítulos la duración / la longitud perfecta, Barbara Trapido lo tiene. Entre otros muchos.

6. Los diálogos, por ejemplo. ¡Qué diálogos! Los más vivos y naturales que he leído en mucho tiempo. En ninguna de las intervenciones tiene uno la sensación de que habla la autora disfrazada del personaje, o de que se fuerza el ingenio en busca de la cita, del chiste o del guiño al lector. Diálogos sin costuras, podríamos decir (salvo en una o dos escenas, tampoco les voy a engañar).

7. Entre los tópicos que nunca jamás he dicho sobre una novela se encuentra este de aquí: «No quería que se terminase». Pues ya ha llegado el día: «¡No quería que se terminase!». Entre exclamaciones y todo.

06 October 2020

De cómo Jonathan Coe (el escritor) predijo Boyhood (la película) o Richard Linklater (el director) leyó La casa del sueño (la novela)


Publicada en 1997


... De hecho estoy escribiendo un guión (...) Os voy a contar de qué va, ¿vale? Es la historia de toda la vida de un tío, ¿entendéis?, y lo va a interpretar el mismo actor todo el rato y se va a rodar a lo largo de cincuenta años. Se le verá pasar de niño a viejo en el espacio de hora y media. 

La casa del sueño, JONATHAN COE

[Traducción de Javier Lacruz]


Rodada de 2002 a 2013

27 September 2020

¿Qué traducción es mejor?

Título: Loitering with Intent
Autora: MURIEL SPARK



OPCIÓN 1 — Merodeando con aviesa intención
Traducción de Carlos Milla

Un día, a mediados del siglo XX, me hallaba sentada en el interior de un camposanto, todavía sin demoler, de la londinense zona de Kensington cuando un joven policía, que caminaba por el paseo, alteró su rumbo y se acercó a mí. Era tímido y risueño, bien hubiera podido creerse que se aproximaba sobre la hierba para proponerme un partido de tenis. Solo quería saber lo que estaba haciendo, pero saltaba a la vista que no le hacía gracia preguntar. Le dije que estaba escribiendo un poema y le ofrecí un emparedado que rehusó, ya que acababa de comer.


OPCIÓN 2 — La entrometida
Traducción de Lucrecia M. de Sáenz
Un día, a mediados del siglo XX, estaba sentada en un antiguo cementerio de Kensington que todavía no había sido demolido, cuando se me acercó un policía. Era tímido, sonreía, y podría pensarse que atravesaba el césped para invitarme a un partido de tenis. Pero solo quería saber que hacía yo allí, aunque era evidente que no le gustaba tener que preguntármelo. Le dije que estaba escribiendo un poema y le ofrecí un sandwich que rechazó porque acababa de comer.


EL TEXTO ORIGINAL

One day in the middle of the twentieth century I sat in an old graveyard which had not yet been demolished, in the Kensington area of London, when a young policeman stepped off the path and came over to me. He was shy and smiling, he might have been coming over the grass to ask me for a game of tennis. He only wanted to know what I was doing but plainly he didn’t like to ask. I told him I was writing a poem, and offered him a sandwich which he refused as he had just had his dinner, himself.

17 September 2020

Canciones que deberían ser más conocidas (XXVIII)

 

En el ranking de canciones sin voz en el estribillo, esta debería ocupar un lugar muy alto. Y es que no solo no hay voz sino que el protagonismo se cede a un piano y a un carrillón (creo), dos instrumentos que en solitario me suelen irritar un poco. Pero qué gran pareja hacen aquí. Las guitarras encienden una hoguera al principio de la canción. Anochece en las voces, sopla el viento. Llueve, lloverá, nos dicen el piano y el carrillón en el estribillo. Pero la lluvia es bien recibida por la percusión, el bajo y los coros. Se acerca el otoño.

Big Coat - Wiretree

31 August 2020

Estos son mis principios (XII)


 

Eunice Parchman asesinó a la familia Coverdale porque no sabía leer ni escribir.

Un juicio de piedra, RUTH RENDELL

[Traducción de Adela Miró Sans]

19 August 2020

La edad de la inocencia: en busca de la traducción perfecta




On a January evening of the early seventies, Christine Nilsson was singing in Faust at the Academy of Music in New York. 

Though there was already talk of the erection, in remote metropolitan distances "above the Forties," of a new Opera House which should compete in costliness and splendour with those of the great European capitals, the world of fashion was still content to reassemble every winter in the shabby red and gold boxes of the sociable old Academy. Conservatives cherished it for being small and inconvenient, and thus keeping out the "new people" whom New York was beginning to dread and yet be drawn to; and the sentimental clung to it for its historic associations, and the musical for its excellent acoustics, always so problematic a quality in halls built for the hearing of music.

The Age of Innocence, EDITH WHARTON


Vi en el cine la adaptación de Scorsese del año 1993 —sí, así de viejo soy— y me gustó tanto tantísimo que hice dos cosas que no solía hacer nunca:

    [1ª] Comprarme la banda sonora. Esto es: Elmer Bernstein (no confundir con Leonard Bernstein).

    [2ª] Comprarme el libro a pesar de haber visto ya la película. Esto es: Edith Wharton (no confundir        con Henry James).

Ahora la película ya no me gusta tanto —aunque la media hora final y la interpretación de Winona Ryder me parecen portentosas— pero la novela no ha dejado de maravillarme en cada relectura.

En 2020 se cumplen 100 años desde su publicación. Aprovechando la efeméride, un par de editoriales (Alianza y Cátedra) se han animado a sacar al mercado dos nuevas ediciones. 

Comparemos, pues.


* TUSQUETS *


Una noche de enero, a principios de la década de 1870, Christine Nilsson cantaba Fausto en la Academia de Música de Nueva York. Aunque ya se hablaba de la construcción, a remotas distancias metropolitanas, «por encima de las Calles Cuarenta», de un nuevo Teatro de la Ópera que competiría en costo y esplendor con los de las grandes capitales europeas, el mundo elegante se contentaba todavía con reunirse cada invierno en los destartalados palcos rojos y dorados de la vieja y entrañable Academia. Los conservadores la adoraban porque era pequeña e incómoda, dificultaba el acceso de la «gente nueva» que Nueva York empezaba a temer sin por ello ser ajena a su atracción; los sentimentales se aferraban a ella por sus reminiscencias históricas, y los melómanos por sus excelentes condiciones acústicas, cualidad siempre tan problemática en las salas construidas para la audición de música.

Traducción de Manuel Sáenz de Heredia


«A principios de la década de 1870» - El traductor opta por dejar claro de qué siglo se está hablando, cuando en el original queda sobreentendido. No me parece mal.

«Destartalado» -  ¿Resulta apropiado para traducir «shabby», un adjetivo que en inglés remite más al destrozo ocasionado por el paso del tiempo y por la falta de cuidado que al desorden y la falta de armonía?

«Entrañable» - ¿Es la mejor opción en español para traducir «sociable»

«Era pequeña e incómoda, dificultaba...» - ¿Se gana o se pierde algo al omitir en la traducción ese «thus» (en consecuencia, por ello) del original?

«Empezaba a temer sin por ello ser ajena a su atracción» - No suena nada mal pero ¿suena tan bien como ese breve y rítmico «was beginning to dread and yet be drawn to»

«Cualidad siempre tan problemática» - ¿Suena bien en español?


* RBA *


Era una tarde de enero de comienzos de los años setenta. Christine Nilsson cantaba Fausto en el teatro de la Academia de Música de Nueva York. 

Aunque ya había rumores acerca de la construcción — a distancias metropolitanas bastante remotas, «más allá de la calle cuarenta»— de un nuevo Teatro de la Ópera que competiría en suntuosidad y esplendor con los de las grandes capitales europeas, al público elegante aún le bastaba con llenar todos los inviernos los raídos palcos color rojo y dorado de la vieja y entrañable Academia. Los más tradicionales le tenían cariño precisamente por ser pequeña e incómoda, lo que alejaba a los «nuevos ricos» a quienes Nueva York empezaba a temer, sin por ello ser ajena a su atracción. Por su parte, los sentimentales se aferraban a la Academia por sus reminiscencias históricas, y a su vez los melómanos la adoraban por su excelente acústica, una cualidad tan problemática en salas construidas para escuchar música.

Traducción de María Rosa Duhart


Es cierto que en castellano la construcción una noche + cantaba suena un pelín extraña desde el punto de vista de la temporalidad, pero ¿justifica eso la división de la oración inicial en dos oraciones separadas por un punto?

«Rumores» - ¿Se habla de rumores en el texto original?

«Bastante remotas» - ¿Se dice bastante en el texto original?

«Aún le bastaba» - ¿No transmite un matiz de resignación mayor que la expresión inglesa «was still content», más cercana al contento o a la satisfacción?

«Nuevos ricos» - ¿No es una expresión mucho menos eufemística que «new people»?

En la parte en que se habla de los motivos que tiene cada uno de los distintos tipos de público para apreciar la Academia, ¿por qué añadir elementos como «Por su parte» y «la adoraban» que no figuran en el original? ¿Se gana algo?

«Lo que...» - Me parece una solución sencilla y elegante para traducir ese «thus» del original.

De las cuatro traducciones, parece ser la que ofrece un mayor componente de interpretación con respecto al texto original.


* ALIANZA *



Una noche de enero de comienzos de los años setenta Christine Nilsson cantaba Fausto en la Academia de Música de Nueva York. 

Aunque se hablaba ya de la construcción, en un lugar remoto de la ciudad, «más arriba de las calles cuarenta», de un nuevo Teatro de la Ópera que rivalizaría en coste y esplendor con los de las grandes capitales europeas, la sociedad elegante aún se reunía con agrado cada invierno en los ajados palcos rojos y dorados de la vieja y acogedora Academia. Los más conservadores la apreciaban porque era pequeña e incómoda y, por esa razón, podía mantener alejados a los «advenedizos» que Nueva York empezaba a temer por mucho que le atrajeran; los sentimentales se aferraban a ella por su relación con la historia de la ciudad, y los melómanos por su excelente acústica, una cualidad siempre problemática en las salas construidas para escuchar música.

Traducción de Carmen Criado


«En un lugar remoto de la ciudad» - ¿No suena algo plano en comparación con el «in remote metropolitan distances» del original, aparentemente más literario? 

«Advenedizos» - ¿No resulta —al igual que nuevos ricos— demasiado duro y explícito para traducir el eufemístico «new people?

«Acogedora» - Desconozco si en inglés «sociable» es un adjetivo propio de personas que solo se aplica a lugares metafóricamente. En consecuencia, también desconozco si «acogedora» es una buena opción para traducir «sociable» en este contexto.

«Podía mantener alejados» - ¿Por qué «podía»?

«Su relación con la historia de la ciudad» - ¿No suena un poco torpe (como de escritor con pocos recursos lingüísticos)? 


* CÁTEDRA *


Una velada de enero, a comienzos de los años setenta, Christine Nilsson* cantaba Fausto en la Academia de Música de Nueva York. 

Aunque ya se hablaba de la construcción, en remotas zonas metropolitanas, «más allá de la calle Cuarenta», de una nueva ópera* que competiría en opulencia y esplendor con las de las grandes capitales europeas, todos los inviernos la sociedad elegante seguía contentándose con reunirse en los deslucidos palcos rojos y dorados de la vieja y acogedora Academia. Los conservadores la adoraban porque era pequeña e incómoda, lo que mantenía a raya a la «gente nueva» que empezaba a suscitar temor y atracción por igual en Nueva York; los sentimentales le eran fieles por sus reminiscencias históricas, y los melómanos por su acústica excelente, un aspecto siempre muy problemático en los auditorios construidos para escuchar música.

Traducción de Martín Schifino


Se desmarca de las anteriores por el uso de expresiones como «velada» (en vez de noche o tarde), «remotas zonas» /(en vez de remotas distancias), «opulencia» (en vez de costo o coste), «mantenía a raya» (en vez de alejaba), «suscitar temor» (en vez de temer), «acústica excelente» (en vez de excelente acústica), «auditorio» (en vez de sala).

«Auditorios construidos para escuchar música» - ¿No es un poco tautológico? ¿En el término auditorio no está implícita ya la idea de escuchar?

Dado que el traductor es argentino, me pregunto si su versión sonará a los hablantes de español de América mejor que las demás .


Yo tengo la de Tusquets / Manuel Sáenz de Heredia y, en principio, no la cambiaría. Pero si me regalan alguna de las otras, prometo leérmela (salvo quizás la de RBA).


***


*Actualización (1 de septiembre de 2020):


* BRUGUERA*


Una noche de enero, a principios de los años setenta, Christine Nilsson cantaba Fausto en la Academia de Música de Nueva York. 

A pesar de que se hablaba ya de la erección, en remotas lejanías metropolitanas, «más allá de las calles cuarenta», de un nuevo teatro de la Ópera que había de competir en coste y esplendor con los de las grandes capitales europeas, el mundo elegante seguía satisfecho con reunirse cada invierno entre el rojo y el oro de los palcos raídos de la vieja y acogedora Academia. Los conservadores la apreciaban por ser pequeña e incómoda, y porque así dejaba fuera a los «recién llegados» que Nueva York empezaba a temer y, sin embargo, a sentirse atraída por ellos; los sentimentales se aferraban a ella por sus recuerdos históricos; y los melómanos por su excelente acústica, cualidad siempre muy problemática en los locales construidos para oír música.

Traducción de F. González Fernandez


29 July 2020

5 recomendaciones: libros para el verano

Para ti que...

1) Cada vez te preguntas más a menudo cómo será tu vida cuando llegues a la tercera edad. Piensas — como Capote— que un estilo clásico, atemporal e intemporal, difícil de encasillar en una época muy concreta, conserva mejor las novelas. Has tenido dificultades para engancharte a la lectura (de narrativa) durante el confinamiento.

Prohibido morir aquí / El hotel de Mrs. Palfrey, de ELIZABETH TAYLOR



2) Sonríes al leer este comienzo: una novela de hermanas que empieza criticando las novelas de hermanas. De Las chicas Gilmore quitarías todas las tribulaciones amorosas de Rory y Lorelai y dejarías solo los diálogos chispeantes. Te reconfortan las historias en las que todos los personajes —menos el malo— se llevan bien.

Las Brontë fueron a Woolsworth, de RACHEL FERGUSON



3) En un libro de relatos largos, que el primer relato sea bueno (tirando a muy bueno), el segundo regular (tirando a malo) y el tercero muy bueno (tirando a obra maestra) te parece un balance excelente. Cuando una historia hace que se te caigan las lágrimas no puedes evitar desconfiar —¿sentimentalismo (¡puaj!) o sensibilidad (¡bien!)?—, pero le acabas dando el beneficio de la duda.

Arkansas, de DAVID LEAVITT



4) Te apetece más dedicar un día entero a ver en bucle el Frankenstein de Kenneth Branagh que leer una novela en la que uno de los temas principales es la inevitable frustración que asola a aquellos que tienen que cuidar a un amigo de carácter difícil enfermo de gravedad. Te apetece más chupar un Gelocatil hasta que se disuelva por completo que leer una novela con un personaje que cree en las terapias alternativas sin base científica. Te apetece más aplastarte a martillazos el dedo meñique del pie derecho que leer una novela con un personaje enfermo de cáncer. 

La habitación de invitados, de HELEN GARNER



5) Odias leer, no sabes cómo has llegado a este estúpido blog, escrito por el típico frustrado pedante que presume de buen gusto para quedar de guay, y ni loco te acercarías a ninguna de las mierdas que se recomiendan en esta entrada.

Crónica de una muerte anunciada, de GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ




Lo del verano es puro clickbait, sí.