¿La de ustedes?
25 March 2018
10 March 2018
Entusiasmos que no comparto: especial Oscars 2018
Aunque todavía me faltan unas cuantas por ver, para mí ha sido la edición del «no hay para tanto». Vean si no:
Coco, de Lee Unkrich y Adrián Molina
Vale, puede que sea la mejor película de Joselito que se haya hecho nunca. Pero es que yo soy más de Pablito Calvo.
Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh
A diferencia de un cuadro impresionista, empeora vista con un poco de distancia.
La forma del agua, de Guillermo del Toro
Facilona, sosa y cursi. Por no romper, ni siquiera se atreven a (spoiler) hacer una criatura sin pene.
Yo, Tonya, de Craig Gillespie
Para ser un biopic no está nada mal. Pero es un biopic. Y encima de una deportista. Es decir: cualquier vídeo en Youtube de Tonya Harding tiene más interés.
Nota: me han gustado (en mayor o menor grado) Call Me By Your Name, Dunkerque y Lady Bird.
Coco, de Lee Unkrich y Adrián Molina
Vale, puede que sea la mejor película de Joselito que se haya hecho nunca. Pero es que yo soy más de Pablito Calvo.
Tres anuncios en las afueras, de Martin McDonagh
A diferencia de un cuadro impresionista, empeora vista con un poco de distancia.
La forma del agua, de Guillermo del Toro
Facilona, sosa y cursi. Por no romper, ni siquiera se atreven a (spoiler) hacer una criatura sin pene.
Yo, Tonya, de Craig Gillespie
Para ser un biopic no está nada mal. Pero es un biopic. Y encima de una deportista. Es decir: cualquier vídeo en Youtube de Tonya Harding tiene más interés.
Nota: me han gustado (en mayor o menor grado) Call Me By Your Name, Dunkerque y Lady Bird.
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Entusiasmos que no comparto
27 February 2018
Metablog: Canciones que deberían ser más conocidas (XVI)
En su momento quedé bastante satisfecho con el principio de la entrada:
Comerse un pequeño sol. Qué imagen más inspirada, me decía a mí mismo (para animarme).
Ahora me da vergüenza.
¿Por qué?
Esa es precisamente la historia de hoy.
Años después de escribir la entrada, me enteré de la existencia de una antología de relatos titulada Cuentos inolvidables según Julio Cortázar. Como fan que soy de Julio Cortázar, enseguida me hice con el índice de la antología para saber qué cuentos había seleccionado el argentino. Me alegró coincidir con él en una autora, Katherine Mansfield. El título del cuento que había elegido Cortázar, Éxtasis, no me resultaba familiar. Cogí mi ejemplar de los Cuentos completos de Katherine Mansfield, busqué el relato en cuestión (en mi libro estaba traducido como Felicidad) y lo empecé a leer. El principio me sonaba muchísimo, no era la primera vez que lo leía, de eso no cabía duda. Y entonces, en el segundo párrafo del cuento, leí:
Y se abrió el cielo, me cayó un rayo en toda la cocorota y quedé convertido en un puto plagiador de mierda.
No tienen por qué creerme pero les juro que cuando escribí la entrada allá por el 2014 estaba convencido de que la imagen del sol engullido era mía y solo mía. No recordaba que la había leído años atrás en el cuento de Mansfield.
¡Dios sabe cuántos plagios más habrá en el blog que todavía no he detectado!
¡Shame! ¡Shame!
Lo contrario a la grima. Eso es lo que me produce esta canción. Un calorcillo interno, entre el tórax y el abdomen, que se difunde hacia las extremidades, como si me hubiese comido un pequeño sol.
Comerse un pequeño sol. Qué imagen más inspirada, me decía a mí mismo (para animarme).
Ahora me da vergüenza.
¿Por qué?
Esa es precisamente la historia de hoy.
Años después de escribir la entrada, me enteré de la existencia de una antología de relatos titulada Cuentos inolvidables según Julio Cortázar. Como fan que soy de Julio Cortázar, enseguida me hice con el índice de la antología para saber qué cuentos había seleccionado el argentino. Me alegró coincidir con él en una autora, Katherine Mansfield. El título del cuento que había elegido Cortázar, Éxtasis, no me resultaba familiar. Cogí mi ejemplar de los Cuentos completos de Katherine Mansfield, busqué el relato en cuestión (en mi libro estaba traducido como Felicidad) y lo empecé a leer. El principio me sonaba muchísimo, no era la primera vez que lo leía, de eso no cabía duda. Y entonces, en el segundo párrafo del cuento, leí:
¿Qué puede hacer uno si, aun teniendo treinta años, al volver la esquina de su calle le domina de repente una sensación de felicidad... de felicidad plena... como si de repente se hubiese tragado un reluciente trozo de sol crepuscular y este le abrasara el pecho, lanzando una lluvia de chispas por todo el cuerpo?
[Traducción de Esther de Andreis]
Y se abrió el cielo, me cayó un rayo en toda la cocorota y quedé convertido en un puto plagiador de mierda.
No tienen por qué creerme pero les juro que cuando escribí la entrada allá por el 2014 estaba convencido de que la imagen del sol engullido era mía y solo mía. No recordaba que la había leído años atrás en el cuento de Mansfield.
¡Dios sabe cuántos plagios más habrá en el blog que todavía no he detectado!
¡Shame! ¡Shame!
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Metablog
17 February 2018
Gambito de reina, de Walter Tevis: sime
Mi sinopsis de la novela sería esta: huerfanita, ajedrez, prodigio. Podría añadir una cuarta palabra pero tampoco quiero hacer spoilers. Y este va a ser el leitmotiv de la entrada: palabras sueltas, ideas sueltas, cosas sueltas (mi cerebro). A estas alturas del blog ya se habrán dado cuenta de que no soy una persona discursiva y de que me gusta más una enumeración que a un tonto una tablet.
Antes de empezar con mis siete cosas sueltas sobre Gambito de reina, un apunte: la RAE todavía no ha incluido spoiler en su diccionario, pero sí leitmotiv, y así tal cual, con esa -t- que ningún español sobre la faz de la Tierra ha pronunciado jamás. Desde aquí te lo digo, RAE: cada vez es más difícil defenderte.
Ya sí, mis siete cosas:
1. El ajedrez es la kriptonita de los que nos creemos muy listos sin serlo. Desde esta perspectiva, Gambito de reina se podría considerar una novela de terror.
2. En mi cabeza no puedo evitar decir gámbito, con acento en la -a-. El otro día en el trabajo me preguntaron qué libro estaba leyendo y, para asegurarme de que ponía bien el acento, les dije el título de la novela tan despacio que parecía que me había dado un íctus.
3. Ver una partida de ajedrez es ver a dos seres humanos sentados en silencio mucho rato seguido. ¿Se puede contar una partida de ajedrez en una novela de manera trepidante? Walter Tevis puede.
4. Beth Harmon, la prota, podría —¿debería?— ser un icono feminista. En el ajedrez —que no en la mayoría de los deportes— hombres y mujeres compiten juntos.
5. Ya tengo todo lo que se ha publicado de Tevis en español. Así de mucho me gusta.
6. ¿No les encanta cuando en una peli o en un libro se esquiva un tópico que habría llevado el argumento hacia el drama más previsible? En esta novela pasa varias veces.
7. Qué final.
Antes de empezar con mis siete cosas sueltas sobre Gambito de reina, un apunte: la RAE todavía no ha incluido spoiler en su diccionario, pero sí leitmotiv, y así tal cual, con esa -t- que ningún español sobre la faz de la Tierra ha pronunciado jamás. Desde aquí te lo digo, RAE: cada vez es más difícil defenderte.
Ya sí, mis siete cosas:
1. El ajedrez es la kriptonita de los que nos creemos muy listos sin serlo. Desde esta perspectiva, Gambito de reina se podría considerar una novela de terror.
2. En mi cabeza no puedo evitar decir gámbito, con acento en la -a-. El otro día en el trabajo me preguntaron qué libro estaba leyendo y, para asegurarme de que ponía bien el acento, les dije el título de la novela tan despacio que parecía que me había dado un íctus.
3. Ver una partida de ajedrez es ver a dos seres humanos sentados en silencio mucho rato seguido. ¿Se puede contar una partida de ajedrez en una novela de manera trepidante? Walter Tevis puede.
4. Beth Harmon, la prota, podría —¿debería?— ser un icono feminista. En el ajedrez —que no en la mayoría de los deportes— hombres y mujeres compiten juntos.
5. Ya tengo todo lo que se ha publicado de Tevis en español. Así de mucho me gusta.
6. ¿No les encanta cuando en una peli o en un libro se esquiva un tópico que habría llevado el argumento hacia el drama más previsible? En esta novela pasa varias veces.
7. Qué final.
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Simes y nomes
09 February 2018
La Hipótesis de Gon
«El género cinematográfico favorito de una persona es aquel al cual pertenezca la mayor cantidad de películas malas que esa persona haya visto a lo largo de su vida por elección propia.»
Ejemplo.- A lo largo de mi vida he visto más comedias malas que películas de terror malas o westerns malos o thrillers malos, ergo, mi género favorito es la comedia.
Que la demuestre (o la refute) otro.
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Teorías
27 January 2018
Fobias literarias
Tras caminar unos veinte metros en dirección sur, llegó a una amplia avenida, la de Shin-Ohashi. Yendo hacia la izquierda, o sea, hacia el este, se encontraba el distrito de Endogawa, mientras que por el oeste se salía a Nihonbashi. Antes de llegar a Nionbashi estaba el río Sumida, que la avenida de Shin-Ohashi cruzaba a través del puente del mismo nombre.
La devoción del sospechoso, KEIGO HIGASHINO
[Traducción de Francisco Barberán]
[Traducción de Francisco Barberán]
¿Pero esto qué es, una novela o el puto Google Maps?
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Fobias literarias
25 January 2018
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