El tío era tan mayor que aquella frase tenía la apariencia de una verdad. Peor aún, tenía la apariencia de una verdad masculina. En un concurso de virilidad, el machote que hubiese conseguido dejar de fumar ganaba de calle al pusilánime que no hubiese pasado de un par de caladas. O dicho de otra manera:
Volver del infierno > Quedarse en casa
Nos pueden imaginar a mis compañeros y a mí. Cervatillos cegados por los faros de un camión.
Por suerte uno crece, adquiere sus propias herramientas de medida y aprende dar a cada cosa su justo valor. Si ha frecuentado el funcionalismo lingüístico, una de esas herramientas puede ser la conmutación. Veámosla en pleno funcionamiento:
0. Tiene más mérito haber conseguido dejar de fumar que no haber fumado nunca.
1. Tiene más mérito haber conseguido dejar de comer cinco palmeras de chocolate al día que no haberlas probado nunca.
2. Tiene más mérito haber conseguido dejar de usar pantalones pitillo que no haberlos usado nunca.
3. Tiene más mérito haber conseguido dejar Benidorm que no haber ido nunca.De aquí a la moraleja no hay mucho trecho: quizá no sea una cuestión de mérito.
¿Y a qué viene todo esto? Pues viene a que hace poco he leído la entrevista que le han hecho en Jot Down a Ana Curra (Pegamoides, Parálisis permanente) y me ha vuelto a pasar. Me he dejado impresionar como un adolescente.
Ana Curra habla de su relación con la heroína y dice:
"Ahora mismo, las drogas no es que no me gusten, pero ellas me han abandonado a mí. Yo por mí seguiría coqueteando con ellas, pero llega una edad en que no te sientan bien. Pero si fuese joven, no habría droga que me dejase por probar. Me encantaría haber estado informada, eso sí. Pero esto es como todo, y si encima te pilla en un momento de bajón, por un acontecimiento duro, te atrapa y es chungo. En todo caso, para mí el camino del exceso es un camino de sabiduría como cualquier otro. No me arrepiento de nada. He sufrido mucho, he perdido muchos amigos en ese trayecto y con esa sustancia. Pero a unos les ha tocado esto, a otros una guerra y a otros pasar por el mundo y no enterarse de nada. Prefiero haber bajado al infierno, subir. Ver mundo, chico."Y yo me vuelvo a sentir como delante de mi profesor de Pretecnología. Los faros.
Y aunque echo mano del funcionalismo lingüístico y de la conmutación y pienso: "Moraleja: quizá no sea una cuestión de ver mundo" y, bueno... aunque eso me consuela un poco, en realidad no puedo evitar sentirme un poco triste.
¿Por qué?
Recientemente, en un blog en el que comentaban la muerte de Phillip Seymour Hoffman, una chica contaba que un colega que había probado la heroína le había dicho que era la cosa que mejor te podía hacer sentir en este mundo.
"Me lo creo", decía la chica.
Piénsenlo: la cosa que mejor te puede hacer sentir en este mundo es la heroína.
Triste, ¿no?