28 July 2018

Metablog: No lo entiendo

Más de siete años y medio después de dedicar una entrada del blog a mi incapacidad para entender a esas personas que necesitan cinco segundos de intensa concentración antes de poner el pie en una escalera mecánica, salgo del metro y al pie de una escalera mecánica una mujer con síndrome de Down me pide ayuda.

—Para subir— dice, y señala la escalera.

Me coge del brazo y nos subimos/entramos a la escalera mecánica. Me suelta el brazo enseguida pero yo me quedo a su lado en el mismo escalón —obstaculizando el carril rápido— por si acaso necesita ayuda también cuando lleguemos arriba. No la necesita. Nos despedimos y cada uno se va por su lado.


A veces la vida se toma su tiempo para darte una lección.

8 comments:

  1. Bravo por tu demostración de humildad al reconocerlo. Thumbs up for congon!

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    1. Ha sido una cura de humildad, sí.

      Cualquier día de estos la vida me pondrá delante a una amabilísima y superempática Isabelle Huppert y tendré que comerme toda la mierda que he soltado impunemente sobre ella en el blog.

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  2. Mi madre era una de esas personas... También es verdad que lo empezó a hacer a cierta edad en la que no se sentía nada segura y tenía miedo a caerse.
    Pero ahora, que trabajo justo enfrente de unas ... Lo veo a diario!! Lo hacen muchísimas personas . (Jóvenes incluidos)

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    1. Imagino que llevar tacones también influye. Si no los colocas bien te puedes llevar un susto.

      No, si cuanto más lo analizo más insensible me parece ahora la entrada.

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  3. Mucho peor es el que se planta delante del cajero y parece que quiera hipnotizarlo. Cuando ha terminado viendo que no puede, rebusca su cartera buscando una tarjeta recóndita para luego equivocarse en el PIN y volver a empezar.

    Precisamente en el día que tu tienes más prisa.

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    1. Con los cajeros creo que pasa como con las consultas de los médicos: uno siempre piensa que tarda mucho menos que los demás.

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  4. Hay objetos que imponen. Yo veo una escalera mecánica y me imagino dándome un trompazo. Lo confieso: soy de las que necesitan unos segundos para subir. ¿Y quién no se acojona ante el arco de seguridad de los aeropuertos o las puertas giratorias de los hoteles?

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    1. Yo me pongo nervioso a la salida de TODOS los comercios, por si pita el control de seguridad aunque no lleve nada.

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