Al entrar en el palacio nos cruzamos con un grupo de turistas españoles que ya han terminado su visita y oímos que una de las mujeres del grupo le pregunta a otra:
"¿Abajo había algo que fotografiar?"
No dice ver, dice fotografiar.
Los indios tenían razón: la fotografía nos roba el alma.
Y no sólo en museos o palacios. En los parques infantiles no es raro oír a padres que dicen "súbete al columpio. Sonríe. Muy bien, ahora bájate y súbete a ese otro". Y estos son los aspectos menos dañinos de la obsesión con la fotografía. Luego están los que prefieren filmar un accidente antes que ayudar a la víctima. Un saludo.
Sí, se podría hablar mucho sobre este asunto y debatir hasta qué punto es positiva o negativa esa obsesión (como tú dices) con la fotografía. Seguro que algún francés ya ha hecho un ensayo sobre el tema.
... Luego está el turista pseudopedorro que dice: ¿Abajo había algo digno de inmortalizar?, hay gente pa tó.
Una cosa que no soporto son los putos selfies, antes nos hacíamos siempre alguno mi mujer y yo en cada viaje, pero desde que se han puesto de moda simplemente hemos dejado de hacerlos, ya ves...
A mí hay otra cosa que me da tanta rabia como los selfies o más: la costumbre, cada vez más extendida, de fotografiar el plato de comida o la copa que uno está a punto de tomarse (generalmente en algún sitio guay) para mandar luego la foto por whatsapp a gente que no te la ha pedido o para subirla a ese escaparate de vanidades que es Instagram. No sé, igual soy yo el raro, pero me importa una mierda lo que come o deja de comer la peña.
Aunque no parece una escena esencial en la película... me ha venido a la mente la escena de "La chaqueta metálica" de Kubrick -que vi ayer- donde el fotógrafo de guerra hace fotos a un comandante y este sonríe cada vez que le mira, mientras trata de dar una explicación al periodista.
No recuerdo esa escena. Vi la peli hace muchos años y sólo me acuerdo de algunas cosas de la primera mitad, cuando están en el centro de entrenamiento. ¡Así que ya me has dado una excusa para volver a verla!
A mí donde más me raya el tema fotográfico es en los conciertos, la gente se lo pierde prácticamente todo por estar pendiente de la camarita. Me encantaría ir pegando collejas diciendo ATIENDE! (y perderme el concierto de paso...)
Y me apiado de muchos famosos... Ahora no tienen escapatoria, no hay nadie que no tenga cámara.
Y el tema de las comidas... Totalmente de acuerdo. BASTA!!
Tienes razón: ¡basta! ¡Reservemos los móviles para grabar las granizadas históricas, los desmanes de la policía en las manifestaciones, las irregularidades de los cargos públicos y YA!
Y no sólo en museos o palacios. En los parques infantiles no es raro oír a padres que dicen "súbete al columpio. Sonríe. Muy bien, ahora bájate y súbete a ese otro".
ReplyDeleteY estos son los aspectos menos dañinos de la obsesión con la fotografía. Luego están los que prefieren filmar un accidente antes que ayudar a la víctima.
Un saludo.
Sí, se podría hablar mucho sobre este asunto y debatir hasta qué punto es positiva o negativa esa obsesión (como tú dices) con la fotografía. Seguro que algún francés ya ha hecho un ensayo sobre el tema.
DeleteInstagram. Instagram nos roba el alma.
ReplyDeleteInstagram es EL MAL.
Delete... Luego está el turista pseudopedorro que dice: ¿Abajo había algo digno de inmortalizar?, hay gente pa tó.
ReplyDeleteUna cosa que no soporto son los putos selfies, antes nos hacíamos siempre alguno mi mujer y yo en cada viaje, pero desde que se han puesto de moda simplemente hemos dejado de hacerlos, ya ves...
Salut!
A mí hay otra cosa que me da tanta rabia como los selfies o más: la costumbre, cada vez más extendida, de fotografiar el plato de comida o la copa que uno está a punto de tomarse (generalmente en algún sitio guay) para mandar luego la foto por whatsapp a gente que no te la ha pedido o para subirla a ese escaparate de vanidades que es Instagram. No sé, igual soy yo el raro, pero me importa una mierda lo que come o deja de comer la peña.
DeleteAunque no parece una escena esencial en la película... me ha venido a la mente la escena de "La chaqueta metálica" de Kubrick -que vi ayer- donde el fotógrafo de guerra hace fotos a un comandante y este sonríe cada vez que le mira, mientras trata de dar una explicación al periodista.
ReplyDeleteNo recuerdo esa escena. Vi la peli hace muchos años y sólo me acuerdo de algunas cosas de la primera mitad, cuando están en el centro de entrenamiento. ¡Así que ya me has dado una excusa para volver a verla!
Delete¡Bienvenido al blog!
Lo importante no es estar o disfrutar, lo importante es que Instagram o Facebook muestren que has estado.
ReplyDeleteY cuanta más envidia pueda despertar la foto, mejor.
DeleteA mí donde más me raya el tema fotográfico es en los conciertos, la gente se lo pierde prácticamente todo por estar pendiente de la camarita. Me encantaría ir pegando collejas diciendo ATIENDE! (y perderme el concierto de paso...)
ReplyDeleteY me apiado de muchos famosos... Ahora no tienen escapatoria, no hay nadie que no tenga cámara.
Y el tema de las comidas... Totalmente de acuerdo. BASTA!!
En fin, sería interminable este debate.
Tienes razón: ¡basta! ¡Reservemos los móviles para grabar las granizadas históricas, los desmanes de la policía en las manifestaciones, las irregularidades de los cargos públicos y YA!
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