Viendo el segundo episodio de It's a Sin, se me ha ocurrido cómo podría ser una película —una secuencia— sobre el VIH al estilo Hitchcock:
Dos personajes que no se conocen entran en la misma discoteca. El espectador sabe que uno de ellos es seropositivo (circunstancia que el propio personaje ignora) y que el otro —el protagonista—no. Este último —el protagonista— está decidido a ligar esa noche. Vemos cómo fracasa en sus primeros intentos. De pronto (casi por sorpresa para el espectador) se topa con el personaje seropositivo.
A partir de ese momento, el público se debatirá entre el deseo de que los personajes —tan tan majos los dos— se líen y el miedo a que lo hagan.
Los personajes conversan. Tienen química. Se gustan. Se van juntos a la casa de uno de ellos. Allí se dan cuenta de que ninguno de los dos tiene condones. ¡Pero se gustan tanto! Para el espectador, el diálogo entre ellos resulta devastadoramente irónico. Se besan, se desnudan y entonces... Elipsis hasta la mañana siguiente. No sabemos qué ha pasado.
En realidad, ahora que lo pienso, más que Hitchcock sería estilo Brian De Palma.