15 July 2017

Un cuento al mes: El lanzador de cuchillos, de Steven Millhauser


Cuando supimos que Hensch, el lanzador de cuchillos, pasaría por nuestra ciudad para hacer una única presentación el sábado, a las ocho de la noche, titubeamos, preguntándonos qué sentíamos. ¡Hensch, el lanzador de cuchillos! ¿Queríamos batir las palmas de alegría, brincando y sonriendo con anticipado deleite? ¿O queríamos en realidad apretar los labios y apartar los ojos con severa reprobación? Así era Hensch.
Traducción de Carlos Gardini


¿No les suena de nada Steven Millhauser? Pues es muy posible que ya hayan tenido algún encuentro con él sin saberlo. ¿Han visto El ilusionista, la peli de Edward Norton? Es una adaptación de un relato de Millhauser.

En España, por ahora, no le hemos hecho demasiado caso, pero sepan que Millhauser no solo se ha ganado ya comparaciones con grandes como Poe, Borges y Kafka sino también todo un premio Pulitzer.

Yo supe de su existencia aquí.




Hensch, el famoso lanzador de cuchillos llega a la ciudad y el narrador no sabe qué sentir. ¿Por qué? Nos lo explica en el siguiente párrafo y entre las explicaciones, como de pasada y sin desarrollarlo después, nos dice:
Fue entonces que introdujo en la casta disciplina de los cuchillos la idea de la herida artística, la marca de sangre que era la marca del maestro.
A partir del tercer párrafo, el narrador pasa a relatar la actuación del lanzador de cuchillos. El relato termina cuando cae el telón.

El lanzador de cuchillos se podría usar como un ejemplo de las diferencias estructurales entre el cuento y la novela. Si el narrador fuese más allá de los límites que marca la actuación del lanzador de cuchillos, si nos explicase, por ejemplo, quién es cada uno de los personajes que intervienen en la historia y qué les ha llevado hasta esa velada del sábado a las ocho de la tarde, quizá tendríamos un relato más poroso pero dudo que más intenso. Comprimir una esponja es transferirle fuerza de expansión.

A mí, más que a Kafka, a Borges o a Poe, me ha recordado a Cortázar (el Borges malo, según algunos), que también tiene un cuento ambientado en un espectáculo teatral. La diferencia con Cortázar es que El lanzador de cuchillos trabaja mucho más con la atmósfera que con la trama. Tiene clímax pero no catarsis. Y el estilo es menos solemne.

En definitiva, un cuento de los que a mí me gustan: más bien corto (16 páginas) y tirando a fantástico. En el libro me esperan once más. Agradecido y emocionado estoy.

12 July 2017

Ahora me entero (gracias, Internet)

En 2004 Lindsay Lohan publicó un disco. Al año siguiente, otro.


En húngaro los pronombres personales no tienen distinción de género.


Tears Dry on Their Own (Amy Winehouse) es —básicamente— un sampler de Ain't No Mountain High Enough (Marvin Gaye + Tammi Terrell) pero con la voz cantando una melodía distinta.


Uno de los diez libros favoritos de Juan José Millás es Viaje a las hormigas, de Bert Hölldobler y Edwar O. Wilson, un clásico de la divulgación científica.



¿Cuál de estos cuatro datos olvidaré antes?

06 July 2017

Respira, de Mélanie Laurent: sime

Dirige y participa en el guión Mélanie Laurent, más conocida por su faceta de actriz. La película es tan veraz que me ha recordado una cosa que ocurrió en mi colegio. Durante un par de cursos dos chicas de mi clase se hicieron inseparables de una manera que hasta ese momento no conocíamos: de una manera excluyente. Siempre estaban juntas y separadas del resto de los compañeros. Se reían y nadie sabía de qué. Pero un día, con una brusquedad que nos cogió a todos por sorpresa, dejaron de hablarse. Para siempre (entendiendo por siempre lo que duró el colegio). Y aunque corrieron varios rumores al respecto (ninguno de los cuales incluía lesbianismo), nunca nadie llegó a saber lo fundamental: por qué. Ver esta película ha sido como espiar aquella relación. Las dos protagonistas lo hacen tan bien que no parecen actrices interpretando un personaje. Véanlas y díganme que Meryl Streep no sobreactúa.

24 June 2017

Hombres del mundo, ¿qué tipo de mujer os gustaría ser?


Puede que lo entienda mejor cuando vea la película pero, de momento, no deja de sorprenderme que el éxito de Wonder Woman se esté interpretando como un logro del feminismo.

Pregunto: ¿la verdadera señal de que las cosas están cambiando no sería (por ejemplo) que hombres heterosexuales de todo el planeta recibiesen con júbilo desacomplejado una nueva adaptación de Jane Eyre (sin zombies)?

21 June 2017

Canciones que deberían ser más conocidas (XXIII)




Igual es que ya deliro, pero la guitarra del principio me suena como desenfocada por el calor. En pleno agosto —o junio de 2017— pones un riff al sol en la carretera y los vapores del asfalto recalentado te lo dejan tal que así. La canción continúa y a mí no me abandona la sensación de que algo se está friendo en ella. Tiene como puntillas de huevo frito. Crujientes. Mi parte favorita es cada vez que interviene el coro. Mi segunda parte favorita es el requiebro de la melodía en el minuto 1:26 h. Aprovecho para dar las gracias desde aquí al podcast argentino de libros que me la descubrió, ninguno de cuyos autores me estará leyendo.

My Stove's on Fire - Robert Lester Folsom

05 June 2017

Fobias literarias



Llevaba las cejas depiladas en finas líneas arqueadas, lo que le proporcionaba una mirada de sorpresa permanente, o de agravio, o inquisitiva, como la de un niño asustado, pero sus párpados revelaban fatiga. No así sus ojos, de un azul hostil e implacable  como un cielo de pleno verano en el que brilla el sol.

El cuento de la criada, MARGARET ATWOOD

[Traducción de Elsa Mateo Blanco]



Ya puestos, me habría gustado saber si el espesor de las pestañas le daba un aire melancólico, si en los lacrimales se apreciaba reserva, cólera o aturdimiento o si el blanco de la esclerótica evocaba paisajes de fría pureza, como nieve que no ha sido hollada por el hombre.

22 May 2017

Metablog: Título

Lo conté en la primera entrada, allá por enero de 2010: este blog que tienen ustedes delante estuvo a punto de llamarse LAS COCINAS TIENEN OJOS (guiño-guiño). En los comentarios de la entrada, respondiendo a una pregunta de Amor (nombre real), expliqué incluso por qué había descartado ese título. Lo que no llegué a contar es de dónde viene el nombre definitivo: UN BRILLO ENSORDECEDOR.

Pues ya iba siendo hora.

Por aquel entonces estaba escribiendo un cuento de hadas para un regalo (sí, así de friki soy). Trataba sobre una princesa que de pronto empieza a aborrecer a su marido por culpa de un hechizo de su tía, una bruja envidiosa. La primera frase del cuento era precisamente una reflexión de la tía: "No hay nada en el mundo que despierte tantas ganas de formular hechizos como la visión de un matrimonio feliz".


Seguía con el narrador contando cómo a la malvada tía, cada vez que veía juntos a su sobrina y a su marido, le empezaban a hormiguear las yemas de los dedos y le refulgían los ojos con un brillo ensordecedor (el estilo era cursi un poco a propósito y otro poco por idiosincrasia propia).

Uno de los primeros efectos del hechizo consistía en que la princesa se daba cuenta de que su marido no tenía las cejas simétricas y este detalle le molestaba tanto que intentaba recortárselas aprovechando una siesta.

Al final, la fecha del regalo se me echó encima y no terminé el cuento, pero como lo del brillo ensordecedor me gustaba bastante, decidí reutilizarlo para el título del blog. Antes lo busqué en Google por aquello del plagio, pero no encontré nada.

Y esta es la historia.

No da para biopic, no.