Hablemos de los signos "mayor que...", "menor que...". Sí, hablemos de estos dos:
Ahora me parece obvio pero de pequeño tenía dificultades para distinguirlos. Se me escapaba algo tan evidente como esto:
Parece mentira. Con la de Barrio Sésamo que yo engullía...
Pero no debía de ser el único torpe de la clase porque recuerdo que un profesor de Matemáticas nos dio a todos el siguiente truco mnemotécnico: el signo es la punta de una lanza que el más grande de los dos elementos apunta hacia el más pequeño.
Tiene lógica, no se puede negar.
Sin embargo, algo se rebeló dentro de mí (que siempre he tirado a canijo) ante aquello. Vale, que sí, que el pez grande se come al chico. Ley de vida. Crueldad. Pero... ¿y la Justicia? Yo, que siempre me he puesto del lado de la gacela en los documentales, no podía aceptarlo sin más. Y le di la vuelta a la tortilla.
Los signos no son la punta de una lanza, ¡no!, son bocas abiertas y, en este caso, dentro del maravilloso mundo de las Matemáticas, ¡el pez chico se come al grande!
Pues les parecerá una chorrada, pero no se me volvió a olvidar.
Justicia matemática.
14 July 2013
03 July 2013
Hunderby, Siglo XIX
Hasta hoy no tenía ni idea de quién era esta mujer:
Julia Davis
Resulta que Julia Davis es la guionista, y una de las intérpretes, de una serie llamada Hunderby. Inglesa. Estrenada en 2012. Ocho episodios.
Transcurridos 10 minutos del primer episodio aparece Julia Davis en pantalla, con estas pintas...
... e inmediatamente la serie pasa a convertirse en mi serie favorita de la temporada. Así de rápido.
¿De qué va Hunderby? Pues el primer episodio (el único que he visto de momento) es una especie de parodia de Jane Eyre y de su recreación veintechera: Rebeca. Parodia, sí. La mayoría de los diálogos y de las situaciones no desentonarían en El jovencito Frankestein. Julia Davis interpreta a un ama de llaves igual de perversa que la Mrs. Danvers de Rebeca pero mucho mucho más divertida. También hay guiños a Cumbres borrascosas (se intuye que en el futuro habrá más) y a Middlemarch, todas ellas novelas escritas por mujeres.
Y es que quizá hacía falta una mujer para hacer algo así, con esos referentes. Y si no, véase también la obra de Kate Beaton, otra que tal baila.
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Fíense de mí
27 June 2013
Canciones que deberían ser más conocidas (IX)
Esta canción habría que aprendérsela de memoria y estudiarla. ¿Cuántas veces interviene la flauta? ¿En qué momentos lo hace el órgano? ¿Qué papel desempeñan los platillos de la batería? ¿Cuántos riffs de guitarra y bajo se superponen? ¿Suena una pandereta? ¿Una caja china? ¿De qué color es la armonía de las voces en los coros? Esta canción no sólo es música, también es arquitectura. Y no está hecha para poner de fondo, no, está hecha para ser recorrida.
26 June 2013
La realidad oculta
Cada vez que oigo la palabra asbestos me siento mal, como si fuese el detonante de una orden posthipnótica. Hay un pequeño punto en mi cerebro que cede cuando la oigo, una ligera presión, un escalofrío que se prepara pero no acaba de llegar. Me paso varios minutos repitiéndola... asbestos, asbestos... y entonces sé que ya no voy a dormir bien esa noche.
El problema es que no creo en ella, no creo que sea una palabra de verdad. Tengo la sospecha de que yo mismo la he inventado durante un sueño. Recuerdo haber soñado con ella. Por eso, que aparezca periódicamente en el mundo de la vigilia sólo puede ser un desliz en el trazado de las fronteras, o una advertencia.
El problema es que no creo en ella, no creo que sea una palabra de verdad. Tengo la sospecha de que yo mismo la he inventado durante un sueño. Recuerdo haber soñado con ella. Por eso, que aparezca periódicamente en el mundo de la vigilia sólo puede ser un desliz en el trazado de las fronteras, o una advertencia.
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Delirios y preguntas
20 June 2013
De docentes, decimales y armonía
De pequeño se me daban fatal las divisiones con decimales. Me habían enseñado un millón de reglas sobre comas que se desplazan y ceros que aparecen de la nada dependiendo de si los decimales aparecen en el divisor o en el dividendo y de cuántos decimales aparecen en cada uno de ellos. Un lío, vamos. Y yo sudaba, sufría y desesperaba.
Hasta que un buen día, de manera fortuita, se me presentó delante la clave de la cuestión: si se multiplican los dos términos de una división por el mismo número, el resultado sigue siendo el mismo. ¡Tate!, me dije. Para librarme de las comas en una división basta con que multiplique los dos términos por 10, 100, 1.000... (un uno seguido de tantos ceros como decimales haya) y, cuando ya no tenga las comas, sólo tengo que dividir los términos normalmente, como hago siempre. A partir de ese día, no hubo división con decimales que se me resistiera.
Un buen profesor me habría dado la clave. Pero los buenos profesores escasean. Y fracasar es fácil.
Uno de mis mayores fracasos como profesor particular, por ejemplo, fue mi total incapacidad para hacer entender a una alumna de 14 años que no podía sumar las fracciones a las bravas (denominador + denominador, numerador + numerador) sino que tenía que reducirlas a un denominador común.
Ay, todavía me duele. Tendría que haber recurrido a tartas, naranjas, pizzas, no sé... Pobrecilla, mi alumna.
Pues bien, todo esto viene por lo siguiente: John Powell es el profesor de música que siempre quise tener y nunca tuve.
Adoro este libro.
Hasta que un buen día, de manera fortuita, se me presentó delante la clave de la cuestión: si se multiplican los dos términos de una división por el mismo número, el resultado sigue siendo el mismo. ¡Tate!, me dije. Para librarme de las comas en una división basta con que multiplique los dos términos por 10, 100, 1.000... (un uno seguido de tantos ceros como decimales haya) y, cuando ya no tenga las comas, sólo tengo que dividir los términos normalmente, como hago siempre. A partir de ese día, no hubo división con decimales que se me resistiera.
Un buen profesor me habría dado la clave. Pero los buenos profesores escasean. Y fracasar es fácil.
Uno de mis mayores fracasos como profesor particular, por ejemplo, fue mi total incapacidad para hacer entender a una alumna de 14 años que no podía sumar las fracciones a las bravas (denominador + denominador, numerador + numerador) sino que tenía que reducirlas a un denominador común.
Ay, todavía me duele. Tendría que haber recurrido a tartas, naranjas, pizzas, no sé... Pobrecilla, mi alumna.
Pues bien, todo esto viene por lo siguiente: John Powell es el profesor de música que siempre quise tener y nunca tuve.
Adoro este libro.
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Batallitas,
Fíense de mí
16 June 2013
Los mentirosos más temibles
"I can trust a cynic and a conman, but I can't trust a hypocrite. Because the hypocrite doesn't know when she's lying and that's the most dangerous liar of them all."
The Good Wife, 4ª Temporada, Episodio 6
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Citas
13 June 2013
Canciones que deberían ser más conocidas (VIII)
Ritmo marcial. Acoples. Momentos óptimos para la interjección (0:37, 1:27). Final de telaraña. Y, sobre todo, un magnífico estribillo en punta, resultante del simple alargamiento de la última sílaba del verso anterior.
Ahora ya lo sabemos. También se puede lograr así.
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