El alcalde llega al pueblo y todos los paisanos salen a recibirlo, uno de ellos grita:
"¡Alcalde, todos somos contingentes pero tú eres necesario!"
No hay piropo más bonito.
"¡Alcalde, todos somos contingentes pero tú eres necesario!"
"Se mueve menos que Epi y Blas en una cama de velcro."
"Se encontraba un aire de monedero falso."