Autor: JEROME K. JEROME
OPCIÓN 1 — Ellos y yo
“It is not a large house,” I said. “We don’t want a large house. Two spare bedrooms, and the little three-cornered place you see marked there on the plan, next to the bathroom, and which will just do for a bachelor, will be all we shall require—at all events, for the present. Later on, if I ever get rich, we can throw out a wing. The kitchen I shall have to break to your mother gently. Whatever the original architect could have been thinking of—”
“Never mind the kitchen,” said Dick: “what about the billiard-room?”
The way children nowadays will interrupt a parent is nothing short of a national disgrace. I also wish Dick would not sit on the table, swinging his legs. It is not respectful. “Why, when I was a boy,” as I said to him, “I should as soon have thought of sitting on a table, interrupting my father—”
Traducción de Manuel Manzano
—No es una casa grande —dije—. No queremos una casa grande. Dos habitaciones, un dormitorio de matrimonio y ese cuarto pequeño triangular que se ve en el plano al lado del baño y que es perfecto para un soltero, es todo lo que necesitamos, al menos por ahora. Más adelante, si me hago rico, podemos añadir un ala. A vuestra madre tendré que enseñarle la cocina con mucho tacto. No sé en qué debía de pensar el arquitecto cuando la diseñó...
—La cocina no importa —replicó Dick—. ¿Qué pasa con la sala de billar?
La manera en que los niños de hoy en día interrumpen a sus padres es una vergüenza nacional. También me gustaría que Dick no se sentara a la mesa balanceando las piernas. No es respetuoso.
—Cuando yo era pequeño —le expliqué— ni se me habría ocurrido sentarme a la mesa interrumpiendo a mi padre...
OPCIÓN 2 — Ellos y yo
Traducción de Ana Useros
—No es una casa grande, —dije—. No necesitamos una casa grande. Con dos dormitorios para invitados y ese rinconcillo triangular que está ahí señalado en el plano, al lado del cuarto de baño, que será más que suficiente para un soltero, nos apañamos perfectamente, al menos de momento. Más tarde, si me hago rico, podemos añadir un ala nueva. Lo de la cocina habrá que decírselo a vuestra madre con tacto. No sé en qué estaría pensando el arquitecto original...
—La cocina da igual —dijo Dick—. ¿Qué pasa con la sala de billar?
La forma en la que los hijos interrumpen a sus padres hoy en día es, como mínimo, una vergüenza nacional. También me encantaría que Dick no se sentara en la mesa, balanceando las piernas. Es una falta de respeto.
—¿Sabes? —le dije— . Cuando yo era joven me lo habría pensado muy mucho antes de sentarme encima de una mesa, antes de interrumpir a mi padre...
EL TEXTO ORIGINAL
“Never mind the kitchen,” said Dick: “what about the billiard-room?”
The way children nowadays will interrupt a parent is nothing short of a national disgrace. I also wish Dick would not sit on the table, swinging his legs. It is not respectful. “Why, when I was a boy,” as I said to him, “I should as soon have thought of sitting on a table, interrupting my father—”