¿Se acuerdan? |
Sabemos que George Orwell no leyó Mortadelo y Filemón porque en 1984 (la novela) el gobierno totalitario del Gran Hermano tortura a los disidentes enfrentándolos a sus mayores miedos y no a sus canciones más odiadas.
rat mask |
Con estas dos imágenes en la retina, Mortadelo y Filemón y 1984, espero que entiendan el peligro que corro al revelarles lo que les voy a revelar a continuación: las cuatro canciones con las que la Policía, el Ejército o el Gobierno podrían hacerme confesar lo que ellos quisieran. Que fui yo quien enseñó inglés a Ana Botella, por ejemplo.
Lo sé. También yo estoy temblando.
Pero antes de seguir, una pequeña aclaración. No se trata de canciones que haya odiado desde el primer momento que las oí. Al contrario, son canciones que en un principio seguramente me parecieron resultonas y que incluso es probable que haya tarareado alguna vez con distraído agrado. De hecho, todas ellas son especialmente tarareables. Pero del mismo modo que Julio Iglesias ha superado con creces el capital solar con el que nació y solo en perjuicio de su tersura puede exponerse al sol de Miami, hace tiempo que yo he superado el número de veces que puedo escuchar estas cuatro canciones sin riesgo para mi salud mental.
Ahí las tienen.
Tengo un tractor amarillo - ZAPATO VELOZ
Evito las verbenas como los vampiros evitan Benidorm.
Don't Worry Be Happy - BOBBY MCFERRIN
He visto a siniestros sangrar por los oídos al escucharla.
Mambo No. 5 - LOU BEGA
Doy gracias a Dios por no llamarme Mónica.
Corazón de neón - LA ORQUESTA MONDRAGÓN
Si cantas el estribillo delante de un espejo se aparece Anne Igartiburu.
*Me he dado cuenta de que algunos lectores pueden pensar que frivolizo con el tema de la tortura. Les aclaro que estoy en contra de cualquier forma de tortura y que apoyo a las víctimas. Soy una buena persona: no tengo twitter.