Un hombre le vende a otro un décimo de lotería de Navidad y le dice:
«Estadísticamente, está probado que es más probable que salga un número que ya haya salido algún año que no otro que no haya salido todavía».
En la Puerta del Sol de Madrid, una mujer que va haciendo de guía a otras dos mujeres y que habla español con acento no peninsular se detiene en el escaparate de una pastelería y dice:
«Mirad. Estas son las rosquillas de San Isidro: las listas, las tontas y las Santa María».*
En el Rastro, dos hombres de unos cincuenta años comentan la concesión de un premio literario a tres hombres que hasta entonces se ocultaban tras un seudónimo femenino:
«Si sois tontas del culo y solo leéis libros escritos por mujeres, pues me cambio el nombre y sanseacabó».
En una terraza del barrio de Salamanca de Madrid, dos veinteañeras se toman algo y conversan. Una de ellas dice:
«Lo que quieras, tía. Es como La Purga. En esas dos horas puedes comer lo que te dé la gana». **
Notas:
* Las rosquillas de San Isidro:
Las carabelas de Colón:
** La Purga:
Desde que leo tus reseñas sobre Cosas oídas en lugares públicos no puedo evitar ir al tanto de lo que se dice por ahí. A finales de septiembre y cuando nos marchábamos de una terraza escuché a una 40añera super pija decir: 'Tengo la solución definitiva para que España hable inglés'. Cuando le comenté tamaña barbaridad a un amigo canario que venía en el grupo su respuesta fue: 'No hay duda de que no está teniendo en cuenta las Islas Canarias'.
ReplyDelete¿Y cuál sería la solución? ¿Exterminar a todos los españoles que no pronuncien bien la schwa? ¡Quiero saber!
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