1. ¿Por qué coño tenemos que estudiar una lengua muerta? Si está muerta por algo será.
2. Traducir del latín es un ejercicio tan apasionante como descifrar un código secreto: convertirse en un personaje del supermolón El escarabajo de oro, de Edgar Allan Poe.
Una compañera de Letras Mixtas llegó a decir que su mente se adaptaba tan bien al sistema de casos latinos que cuando hablaba castellano echaba de menos añadir desinencias de nominativo, acusativo, dativo...
Me acordé de ella ayer, cuando oí a una jefa de mi curro decirle a su superior:
"No pienso poner gente ad hoc para eso."
¿Se han fijado?: AD HOC.
¿Se pondrá de moda entre la gente que gestiona sus emociones?
Entre esta señora y César Pérez Gellida a ver si resucitan a una lengua muerta...
ReplyDeleteSoy malo para hablar de ello, no hice el Bachillerato Unificado Polivalente por lo que no he estudiado latín.
Con lo que me encantaría declinar.
Abrazo.
Si echas de menos declinar a tutiplén siempre puedes estudiar alemán, ruso o árabe. Pero creeme, no tiene tanto encanto. En ese aspecto el latín evolucionó de manera bastante sabia.
DeleteLas desinencias de caso en alemán son una chiquillada comparadas con el latín
DeleteTe agradezco el dato porque hablaba de oídas. Nunca he estudiado alemán.
DeleteYo no tengo mal recuerdo de las clases de latín, no me disgustaba.
ReplyDeleteA mí también me vienen a la cabeza los Astérix (sobre todo el viejo del barco pirata) se ultilizaba mucho el 'Alea jacta est'.
Con Astérix sí que se aprendía.
DeleteA mí tampoco me disgustaba el latín. A un nivel básico como el de BUP no era tan complicado. Me parecía muchísimo peor la formulación química. Lo de las valencias de los elementos era terrorífico.
Yo era de las que odiaba las clases de latín. Aún tengo pesadillas con la guerra de las Galias y ese comienzo "La Gallia est omnia divisa en tres partes res". O algo así.
ReplyDeletePues Julio César tiene fama de facilito.
DeleteMi primera frase de latín fue la que da título a la entrada. Y no la he olvidado, no.