23 June 2021

Cosas oídas en lugares públicos

En la caja de un supermercado, un señor mayor de pelo blanco se salta la cola veloz como el rayo mientras señala con gran aparatosidad gestual un cartel que dice: «Nuestros mayores tienen preferencia». 

—Sí, sí. Pase usted —dice con tono irritado la chica a la que el señor ha arrebatado el turno—. Uff, la gente...
—¿¡Cómo!? ¿Me ha llamado GENTE?
—¿Me deja?, que estoy hablando por teléfono.
—Ah, sí. Perdone usted.



Dos mujeres van hablando por la calle. Una le dice a la otra:
«... y entonces le dije: Juanma, es que tú tienes un superyó muy duro...»



En el metro, dos chavales de barrio conversan:
—El martes es su cumple, pero no la voy a regalar nada. Nasti.
—Róbala una camiseta.
—No. Esa niña tiene de todo. Es mu rara. 



Un hombre de unos cuarenta años acompañado de un niño de no más de siete entran en una librería de segunda mano.
—Ese de Wilt del escaparate es uno de un tipo que está casado y le pasa algo con una muñeca hinchable, ¿no? —pregunta el hombre al dependiente.
—Hay varios pero sí, ese es el primero de todos.
—Papá, ¿qué es una muñeca hinchable?
La librería entera se queda en silencio.
—Pues, verás... mmm... una muñeca hinchable es una... Bueno, dejémoslo en que es una muñeca. 


5 comments:

  1. A mí me pasó lo de la cola con un viejo también. Alguien había dejado su carro en la cola de la caja. Por educación y pensando que volvería enseguida, espero detrás del carro. En estas que el abuelo venido de no sé dónde pasa delante y deja sus cosas en la cinta transportadora.

    -Disculpe, pero es que yo estoy en la cola.
    -Ah, hay que estar atento. Quien se fue a Sevilla...

    Y me cabreé tanto que le solté:
    -"Y pa' dos días que me quedan en el convento, me cago dentro", ¿no?

    Se puso nervioso: "No, no, yo no pretendía...".

    -Sí, claro, no me venga con esas ahora.

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    1. Pues tu señor tuvo un poco de morro al saltarte a ti, pero la verdad es que si alguien deja el carrito solo en la caja, yo le doy como mucho tres segundos de cortesía y si no aparece paso delante.

      En el caso que recojo en la entrada lo que me hizo gracia fue (1) que el señor se ofendiese por la palabra «gente» y (2) que perdiese fuelle tan rápido cuando la chica le dio a entender que no se lo había dicho a él sino a la persona con la que (supuestamente) estaba hablando por teléfono. Si la chica hubiese dicho, no sé, «pues un hijo de puta», no creo que al señor le hubiese servido de excusa que no se lo había dicho a él a la cara sino a la persona con la que hablaba por teléfono.

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  2. Sí, un poco "bipolar" el hombre: de 0 a 100 y viceversa en menos de un segundo.

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  3. En resumen:

    - cabrón el puto abuelo colón.
    - la rara está claro que es la princesa del extrarradio (el comentario de barrio queda pelín clasista, la verdad).
    - el de la librería es buenísimo. Imagino el denso silencio y el hombre pensando: que lleva pitorro; no esto tampoco...

    Brillantes ejemplos.

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    1. Debo decir que el señor del pelo blanco tenía derecho a pasar delante de todos los que estábamos esperando, porque era una caja preferente para personas mayores (como indicaba el cartel). Lo feo fue que lo hiciese sin decir nada a la chica y con esa actitud de «te quito el turno y no se te ocurra decirme nada».

      La de chavales «de barrio» lo puse sobre todo para que el lector se imaginase la forma de hablar que tenían los chicos (muy madrileña, por otra parte). Pero es cierto que puede sonar clasista. Y la verdad es que tampoco añade gran cosa al efecto del diálogo.

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