- Lo que sí:
Si busquetean por internet, verán que le han llovido comparaciones con Jardiel Poncela, por un lado, y con Wes Anderson, por otro. Lo de Jardiel no tiene mucho sentido:
Jardiel.— Cosmopolitismo, paradoja, absurdo, aforismo, misantropía.Lo único que tienen en común es que a los dos se les puede colgar la etiqueta de literatura de humor. Más allá de eso sería como hermanar a Les Luthiers con La Cubana únicamente porque los dos son grupos de teatro que hacen reír. Lo de Wes Anderson, en cambio, sí que lo compro, por esa forma de narrar estilizada, enfática y autoconsciente que los dos comparten. Pero las comparaciones más apropiadas serían otras: Cervantes (riámonos del que sale peor parado), Galdós (garbancismo a tutiplén), García Pavón (no escribo "la comida", escribo "las viandas"). Acabo: me ha gustado mucho, aunque más por el cómo que por el qué.
Lorenzo.— Costumbrismo, chanza, vejación, casticismo, redención.
Se podría decir que es una novela negra en la que no pasa nada especialmente delictivo o punible. Un escritor recibe un encargo del productor de cine con el que trabaja habitualmente: escribir el primer largometraje de un director joven, talentoso y excéntrico. Lo negro viene por la intuición de que todos los personajes, salvo el protagonista, ocultan sus verdaderas motivaciones. Dicho de otra manera: es género negro porque lo importante es la trastienda. Además, aparece una mujer más o menos fatal (el elemento peor resuelto de la novela, por otra parte).
Antes de leer el libro, pensaba que Jon Krakauer era un tipo que se había tirado al monte y había escrito una crónica llena de reflexiones sobre la conveniencia de adoptar un modo de vida más rústico y próximo a la naturaleza, bla bla bla. Error. Hacia rutas salvajes no es un libro de crecimiento personal sino un reportaje sobre un universitario, Christopher MacCandless, que —él sí— se tiró al monte siguiendo la tradición norteamericana del Walden de Thoureau y que fue hallado muerto en un rincón medio perdido de Alaska. Lo fascinante del asunto (porque sí: algo tiene de fascinante) no es la personalidad ni la filosofía de MacCandless sino cómo Krakauer reconstruye sus últimos años de vida y nos da un retrato del personaje a partir de los testimonios de las personas que lo conocieron — familiares, amigos, conductores que lo recogieron cuando hacía autoestop, etc— y de las anotaciones, más bien sucintas, que dejó en su diario. En otras palabras: lo impactante es la investigación.
Paul en el norte, de Michel Rabagliati
Seguramente esta sea de las peores entregas de la serie de Paul (al menos de las que yo he leído), quizá porque Rabagliati no tiene demasiado respeto a su yo adolescente, no se lo toma en serio. Pero cuando uno es fan, cualquier cosilla suma. Ya solo los dibujos merecen el dinero invertido (mención especial a la escena del temporal en la nieve).
—Tú que eres tan fan de Clive Owen, ¿has visto la peli que hizo con Juliette Binoche?
—No. Sé cuál es pero no la he visto.
—No está mal. No es la cursilada que puede parecer por el título español.
—De profesores y tal.
—Sí. Un profesor de literatura y una profesora de arte que se enfrentan por la típica frase de "una imagen vale más que mil palabras". Una excusa argumental para que los dos discutan, se enamoren, etc. Pero no es una pastelada, eh. Es más de réplicas ocurrentes.
—Ah.
—Tienen mucha química los dos. Da la impresión de que se divierten de verdad.
—...
—No la vas a ver, ¿no?
—No creo.
Ya les había dicho que esperaba esta película como agua de mayo (¿recuerdan?), por el material de partida (el cuento de Ted Chiang) y por el director. Pues bien, ya puedo decir que como adaptación cinematográfica me parece excelente. Como película a secas no sabría decirles, mi poder de abstracción no llega a tanto. Sepan, sin embargo, que mi amor no es ciego. Mucha gente me ha dicho: tiene tal y cual defecto (uno de los mayores: no se explica cómo consiguen los humanos aprender la escritura extraterrestre), y yo les he respondido: tienes toda la razón del mundo. Y después he añadido: pero me da igual, los aciertos compensan los defectos.
La novela no me había gustado (¿recuerdan?) pero los mayores defectos que tenía la novela, principalmente los problemas con la división en dos planos narrativos, los han evitado en la adaptación al cine. 2016, el año que nos proporcionó otro raro ejemplo de "la pelicula es mejor que el libro" y el año en que ir al cine se convirtió en asistir a un ciclo de Amy Adams. Demos gracias.
Cuando el espectador (yo, en este caso) no puede reprimir un grito de advertencia a los personajes —¡Cuidado! ¡Date la vuelta!—, cuando el espectador (yo, de nuevo) pasa del estado de adulto circunspecto al de niño excitado con una obra de guiñol, cuando al espectador (hola) le entran ganas de aplaudir un coscorrón bien dado, cuando ocurre todo esto, entonces es que alguien ha hecho bien (¡muy bien!) su trabajo.
- Lo que no:
No me gustan las novelas que son como una larga enumeración de detalles más o menos aleatorios. Novelas donde el protagonista (normalmente una niña-chica-mujer) se deja llevar sin rumbo. Ejemplo inventado: fui al cine a ver una película de Cary Grant, luego me comí un helado de pistacho y me manché el jersey de angorina, cuando llegué a casa la tía me dijo que mamá se había muerto, papá se encerró en el baño a llorar, en el entierro un gorrión se posó en el ataúd, las medias de poliéster me picaban, nos fuimos a Cambridge en el coche rojo del abuelo a vivir, empecé a trabajar en una joyería al mando de una bruja con mal aliento, un viudo muy educado con bigote y sombrero me rozó la mano al pagar, lo hizo a propósito, nos casamos entre ramos de azucenas, etc, etc. Pues así veo yo Las chicas de campo. Muy bien escrita, con gusto por los detalles, pero muy banal. Si me preguntasen de qué va, no sabría qué decir. Estoy seguro de que el problema es mío.
Terminé Desenfreno por no hacerle un feo a Dunthorne después de lo bien que se había portado en Submarino (¿recuerdan?), pero me costó un esfuerzo enorme. Nada en la novela (y cuando digo "nada" quiero decir nada) me interesó lo más mínimo, ni un solo personaje, ni una sola escena. Mientras la leía no dejaba de preguntarme qué había pasado con la chispa y con el ingenio de Submarino. Una pena.
Un tipo con una curiosidad de hierro pasa una noche en una casa encantada para experimentar por sí mismo los fenómenos extraños por los que es famosa. Desde el minuto uno empiezan a pasar cosas raras, completamente inexplicables de una manera positivista —muebles que se mueven, pisadas que aparecen de la nada ante los propios ojos del protagonista, ráfagas gélidas—, así que el lector en ningún momento tiene la más mínima duda de que la casa está encantada. Por ahí ya empezamos regular: con lo fantástico me gusta ir poco a poco: primero la puntita y luego ya, si eso, el resto. Pero lo peor viene al final.
Si no quieren que les destripe la novela, no sigan leyendo, pasen al próximo nome. El tipo se queda en la casa toda la noche empecinado en buscar una explicación y, claro, al día siguiente (o así) la encuentra. Pero es una de esas explicaciones que sistematizan lo fantástico y que, por tanto, lo arruinan. Una explicación del tipo (me lo invento): ah, que el fantasma era una energía atrapada en el reloj que se quedó parado en el momento mismo en que se produjo en la casa un crimen supermaligno perpetrado por un hombre que andaba en tratos con las fuerzas oscuras, así que rompes el reloj y ya está. Pues qué bien, ya podemos tomarnos un té con pastas.
¿Y esta película apareció en las listas de lo mejor del año (2012)? ¿Este rollazo infernal? ¿Por qué? ¿Porque el director estaba de moda, después del éxito de Take Shelter? ¿Porque Matthew McConaughey estaba en pleno resurgimiento vía Killer Joe? ¿Porque la gente la vio sin tener que pagar? ¿Porque el sur de los EEUU sí que mola? No lo entiendo. Aunque he de reconocer que una gran parte de mi aversión se debe a que no soporto la forma de hablar de McConaughey. Esas eses de serpiente. Puaj.
Grima. Grima la idea de un tipo que lleva un reloj de cuerda por corazón pero no por dentro del cuerpo, como un marcapasos, sino por fuera, como un reloj de cuco colgado en el pecho. Grima el diseño de personajes, el dibujo, el color. Grima la recreación de España. Grima las canciones. Grima la historia de amor. Grima la cursilería. Grima.
Iba a ver una peli de llorar y no lloré. En eso se puede resumir mi opinión. Luego ya podría entrar a discutir si la moraleja final me parece suficiente para sostener la película (más bien no), si los actores están bien (el niño sí, la madre y la abuela pse, y el padre fatal), si los efectos especiales molan (mucho) o si podemos perdonar a Bayona el parecido entre la escena madre-hijo en el hospital y la insuperable escena de la despedida madre-hijos en La fuerza del cariño (yo opto por no perdonárselo).
Vaya, creo que tengo los mismos prejuicios hacia el libro de Krakauer, por lo que estaré equivocado también.
ReplyDeleteEspero con ilusión poder ver La Llegada y No respires. La versión libro de La Mecánica del Corazón me encantó, a ver si la versión es muy triste o es que igual me pilló bajuno cundo la leí.
He estado a punto de comprarme el de Dunthorne pero me acabas de bajar varios grados de temperatura al leer tu opinión sobre él, ya que Submarino me gustó bastante.
Creo que eres la primera crítica negativa de Un monstruo viene a verme. Ya te diré cuando la vea.
Abrazo
'Hacia rutas salvajes' ha sido una sorpresa. Me ha encantado la manera que tiene Krakauer de reconstruir lo que sucedió, citando las fuentes, ofreciendo distintas hipótesis, distinguiendo lo que es una interpretación de lo que es un hecho constatado. Yo lo leí casi como si fuese una novela de misterio aunque realmente no esconde misterio alguno.
DeleteEl libro de Dunthorne, en cambio, fue una decepción enorme. No te aconsejo que lo compres, si tienes mucha curiosidad cógelo prestado en la biblioteca.
'Un monstruo viene a verme' se deja ver, no es mala mala, pero tampoco es el peliculón que van vendiendo por ahí. A mí me dejó frío, pero también me había dejado frío la del tsunami, así que igual es cosa mía: ganas de llevar la contraria.
Concuerdo con tu opinión de La casa y el cerebro de Edward Bulwer-Lytton y con tu diálogo sobre la película Lecciones de Amor. Con el resto no porque no los he "catao". XD
ReplyDeleteMe hace mucha ilusión lo de La casa y el cerebro. Me gusta el género fantástico y de terror pero a menudo tengo la impresión de que los fans del género se contentan con muy poca cosa (bueno, en realidad casi todos los fans de casi cualquier género se contentan con obras de un nivel tirando a mediocre).
DeleteLecciones de amor me sorprende que la hayas visto. Pero por lo que cuentas en tu blog le pegas unos repasos al archivo de Netflix que poco debes de dejar sin catar.
De hecho, la película, fui a verla al cine en agosto de 2015 y hasta le escribí una entrada.
DeleteLa casa y el cerebro me lo leí en 2013 y también lo reseñé desencantado.
Aquí lo ha editado Impedimenta pero buscando en Internet se puede descargar en inglés de manera legal, pues ya no tiene derechos de autor.
https://ebooks.adelaide.edu.au/b/bulwer-lytton/edward/haunted/
Lo leí porque Impedimenta lo describe así:
"Lovecraft se refirió a La casa y el cerebro como uno de los mejores relatos de casas encantadas jamás escritos. Y Lafcadio Hearn afirmó que estamos ante la mejor historia de fantasmas creada en lengua inglesa, pues reproduce con asombrosa fidelidad las vivencias de una auténtica pesadilla."
Pero como luego comprobé, a día de hoy el cuento no da ningún miedo. Tampoco me pareció ninguna virguería.
Me acabo de leer tus reseñas (releer, en realidad, aunque no las recordase).
DeleteNo sabía que los cuadros de la peli fuesen de Binoche. A mí me parecieron bastante bonitos, sobre todo EL CUADRO.
Mucha gente dice que nunca se ha reído leyendo un libro, pero yo encuentro mucho (pero mucho) más difícil que un libro me dé miedo. Películas sí, pero libros no recuerdo ninguno especialmente aterrador (no es que haya leído mucha cosa de terror, pero sí a Lovecraft, Clive Barker, Stoker, Poe,..).
No soy muy fan del terror, ni en cine ni en literatura, pero recuerdo leer Maleficio de Stephen King... y me recuerdo que me dejó con el corazón en un puño.
DeleteReírse con un libro no me parece tan difícil, pues me he reído con bastantes libros. Como tú comentas, el terror me parece más complicado. El narrador tiene que meterte mucho en la historia.
Que yo recuerde, así sentimientos fuertes, tal vez el más difícil que me venga a la cabeza es el llanto. Sólo recuerdo llorar muchísimo con un libro (y sólo con ese, nunca me ha vuelto a suceder).
En el número 1 del ranking de libros lacrimógenos yo pondría Flores para Algernon. Quien no llore con ese libro está muerto por dentro.
Delete"La llegada" no me acabó de convencer por el final y esos momentos new age a lo "Contact". Pero la primera hora me pareció maravillosa.
ReplyDelete"Los huerfanitos" me decepcionó un poco, es un libro entretenido, inventa todo un universo muy especial, pero el humor basado en perdonar la vida a los personajes no me convence. Y "Mud" es un tostonazo, cierto. La vi en casa y la recomiendo para todo aquel que tenga problemas de insomnio.
A mí también me recordó a Contact, pero eso jugó a su favor porque me encanta Contact.
DeleteYo tampoco simpaticé con el sentido del humor de Los huerfanitos. No me gustó tanto ensañamiento con los personajes. Pero el estilo y la forma de narrar me pareció que tenía un encanto añejo.
Qué casualidad! Estas navidades me compré el de "Hacia rutas salvajes", aún no lo leí. La película me había gustado. "Los huerfanitos" también lo tengo, pero lo abandoné enseguida, no me convencía.
ReplyDeleteEs verdad que "Paul en el norte" no es el que más me ha gustado, pero Paul siempre me hace pasar ratos muy agradables, lo disfruté igualmente. (Ahora mismo estoy con "Paul en Quebec", que es el que me faltaba).
También me gustó "La llegada" y le tengo muchas ganas a "Animales nocturnos". Me apunto la de "Lecciones de amor".
Siempre estoy tentada a pillarme el libro de "Desenfreno", pero ahora...
La de Bayona no fui a verla, pero es que me tenía una pinta taaan mala, que no caí.
¿Tienes todos los de Paul? A mí me faltan Paul se muda y Paul en el campo. ¿Están bien? Hazme un ranking.
DeleteAnimales nocturnos no es especialmente original ni rompedora (a pesar de que la intro prometa lo contrario), pero el ritmo, la dirección, la fotografía y las interpretaciones mantienen el interés bastante alto de principio a fin.
Desenfreno no la compres. Caca. Léela solo si no tienes que pagar.
Pues eso pensaba, pero veo que me falta 'Paul en el campo' y ahora estoy con el de Kebec.
ReplyDeleteDiría que mis favoritos son 'Paul en los scouts'(quizàs porque fue el primero que leí de Paul) y 'Paul va a trabajar este verano'. Les seguiría 'Paul va de pesca', 'Paul se muda'y 'Paul en el norte'.
Realmente ,en mayor o menor medida, los he disfrutado todos.
Mis dos primeros creo que también serían esos, aunque cambiando el orden. Pero también me han gustado todos.
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