Diccionario de Literatura
Francisco Umbral, 1995
Editorial Planeta, 1995
277 págs.
Desde abril de 2002 nadie lo había sacado de la biblioteca, cosa que me ha extrañado. Juan Malherido suele hablar bien de Umbral y pensaba que habría más gente interesada en este libro y que sería difícil que estuviese disponible. Leerlo, además, es casi como leerse un blog de Umbral, con entradas y todo, y ¿quién no querría leer un blog de Umbral? En el libro no se pueden dejar comentarios para que los lea el autor, es lo malo. Habría estado bien poder asistir, por ejemplo, a polémicas interminables pro-anti Javier Marías moderadas (es un decir) por Umbral.
He encontrado algo que me esperaba: Malherido ha aprendido bastante de este Umbral. Ejemplo:
"Fraga sacó una edición RTV de La tía Tula de Unamuno, que es una novela casta y guarra, como todo lo casto, donde no hay personajes ni clima ni ambiente ni situaciones ni intriga, sino sólo la insoportable personalidad de Unamuno dominando el relato y riñendo mucho al lector. Fraga vendió un millón de unamunos. Aquello eran ferias del libro, y no estas de ahora, llenas de latinochés y maricones."
Umbral se ensaña menos, eso sí. Hay elogios inesperados (Mañas) y el desprecio, muchas veces, está más en el silencio que en el escarnio (Marsé), o en cosas como esta (que a mí me suena a mofa, pero podría estar equivocado):
"Llamazares (Julio). León. La lentitud de los bueyes. Frecuenta la prosa poética, la narración y el libro de viajes. Colecta plurales premios locales, regionales, comarcales, autonómicos y nacionales. Tiene un perro."
En las entradas dedicadas a los amigos se pone tierno. En otras hace de historiador y teórico de la Literatura con bastante gracia. En una buena parte, tira de anécdota:
"Goicoechea (Ramón Eugenio de). Escritor de posguerra. Se dice que intentó suicidarse arrojándose al paso de una procesión."
Queda poco para Semana Santa.
[Por cierto, si Google no se equivoca, el pavo este de la última entrada al parecer estuvo casado con Ana María Matute. Es el marido tirano que ella siempre pone a caldo en las entrevistas. El cotilleo también es muy umbraliano.]