Desde muy pequeños, a los niños nos enseñan que haber nacido varón no es condición suficiente para que se te considere un hombre. No basta con tener sexo masculino para ser hombre. Hombres solo lo son aquellos que lo demuestran. La hombría es susceptible de refutación. Se puede poner en duda. La hombría es precaria.
Desde muy pequeños, aprendemos que a los hombres (a los hombres de verdad) se les distingue por cinco características básicas:
1. Los hombres no lloran.
2. Los hombres aman el fútbol.
3. Los hombres están dispuestos a pegarse con quien sea por cualquier motivo que otro hombre pueda tomar como motivo para pegarse.
4. Los hombres se ponen retos cuya consecución suponga un hito, sin importar el riesgo al que se expongan ni la utilidad del logro obtenido.
5. A los hombres les gustan las mujeres, pero consideran vergonzoso parecerse a ellas.
Para combatir este condicionamiento machista y ser más libres, propongo la creación del DÍA DEL ORGULLO GIRLY.
Porque (aquí viene el lema:) no ser un hombre no es ninguna vergüenza.
Acepto sugerencias para fijar la fecha. Podría ser, por ejemplo, el día en que la policía detuvo a Iggy Pop por llevar un vestido de mujer (Iggy tendría que decirnos la fecha exacta). Pero estoy seguro de que entre todos podemos encontrar algún otro suceso más sangrante en el que uno o varios hombres hayan sufrido un trato vejatorio por no ser lo bastante hombres.
Siempre he pensado que el machismo y la heteronormativadad son muy esquizofrénicos respecto a la feminidad. Como tú bien dices a un hombre de verdad se le exige demostrar constantemente su atracción y pasión por las mujeres, pero por otro lado usa todo lo femenino como insulto. Hello??? He conseguido encontrar una noticia de hace años en que un tribunal iraní condenó a un criminal a vestirse de mujer y lo exhibieron públicamente para humillarlo, lo cual desató una campaña de apoyo que se alinea con lo que nos dice Iggy.
ReplyDeleteNo conocía esa noticia. Buena aportación.
DeleteHace unos meses se habló mucho de los resultados una encuesta en la que preguntaban a niños y a niñas a quién les gustaría parecerse de mayor. Las niñas mencionaron a hombres y a mujeres pero los niños solo hombres. Si a algún niño se le hubiese ocurrido decir una mujer, le habrían llovido las burlas de sus compañeros.
Me sumo a la campaña por el girly day, ¿quién empieza la campaña en change.org?
ReplyDeleteY, si no encontramos algún día libre para celebrarlo, podemos robar alguno de los muchos que se dedican a los gatos. Porque a mí no me engañan, hay demasiados días del gato a lo largo del año.
Girly Day. Me gusta.
Delete¿Hay días dedicados a los gatos? Primera noticia. Yo con los gatos no congenio (salvo una vez con un gato de angora de un conocido que se dejó acariciar tranquilamente, sin condescendencia y sin sacar la zarpa).
Una mujer no tiene que vestirse de hombre para demostrar que no es vergonzoso ser un hombre.
ReplyDeleteNi ser hombre ni ser mujer es motivo de vergüenza. Vestirse de mujer para demostrar ese punto es absurdo.
Supongo que lo dices por lo de Iggy Pop, porque realmente en la entrada no se propone en ningún momento que los hombres se pongan vestidos para demostrar que no es vergonzoso ser mujer.
DeleteEstoy de acuerdo contigo en que no es vergonzoso nacer hombre o mujer. Pero lo cierto es que muchos hombres sí consideran vergonzoso hacer o llevar cosas tradicionalmente asociadas a las mujeres. Y no solo prendas tan marcadas en cuanto al género como los vestidos. ¿Cuántos hombres no considerarían vergonzoso (o digno de burla) usar un pantalón de pijama rosa de Hello Kitty? ¿Esos mismos hombres considerarían igual de vergonzoso usar un pantalón de pijama azul de Toy Story?
Pero insisto, no propongo que los hombres usen prendas consideradas femeninas para demostrar nada. Simplemente menciono lo de Iggy Pop como un ejemplo de que el concepto tradicional de masculinidad conlleva una cierta vergüenza por ser percibido como femenino.
Recuerdo que en mi colegio había una especie de juego que consistía en analizar si la manera que tenías de hacer ciertas cosas (cruzar las piernas, mirarte las uñas, coger un cigarrillo) era masculina o femenina para determinar, en función de eso, lo cerca o lo lejos que estabas del ideal de tu género. Ni que decir tiene que los niños varones que obtenían un resultado 100% masculino se sentían con derecho a burlarse de los niños que obtenían un porcentaje más bajo.